lunes, 1 de agosto de 2011

Bloguerío

Me duele tremendamente reconocer que el tiempo que antes dedicaba a mi blog, ahora lo dedico a otros menesteres cibernéticos como alguien que conozco define de una manera curiosa como "cara libro". Recuerdo que en abril de 2006 puse mi primera entrada y que esta será la número quinientos cincuenta y dos entre las que aparte de recolectar los frutos de esas amistades entre las que tanta complicidad, tanta disconformidad y tantas cosas inexplicables han ocurrido, reconozco que me han pasado cosas maravillosas gracias y por este blog, además de doctorarme en esta maravillosa catarsis de escribir para desconocidos, frase lapidaria que tantas dedicatorias ha presidido salida del ingenio y la creatividad de alguien a quien también conocí por aquí. Me resigno a dejar pasar más un solo día sin escribir en este o en otros blogs, ya que si me cambió la vida la dedicatoria que lo encabeza, no puedo dejarlo abandonado a su suerte por la novelería, máxime cuando en mi cabeza rebosan cosas apasionantes que me niego a compartir por el cara libro. Sinceramente, no lo hago por el reconocimiento y el piropo fácil, ya que nada hay mejor que una amistad sin halagos, como bien dice otro ilustre del bloguerío, simplemente lo hago por mi misma.

10 comentarios:

  1. Cada lugar tiene sus temas, tus largas reflexiones, tus recomendaciones literarias, tus guiños al pasado deben estar aquí; lo reciente, lo inmediato, lo conciso en el cara libro, así lo veo yo. Saludos, por cierto gracias a esta entrada, vuelvo a escribir en mi blog.

    ResponderEliminar
  2. Yo me he propuesto reflotar mi blog, por cabezonería pura… Me niego a dejar morir algo tan querido…
    Ando componiendo una macroentrada de Bélgica que nadie tendrá valor para leerse, pero no me importa…
    Las redes sociales nunca serán comparables, por más tiempo que yo también pierda en ellas.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  3. Pués me alegro de tu "regreso", porque es un placer leerte. ¡Ah!, que no quieres que te piropeen, lo siento, pero la verdad es que te eché de menos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Pienso en cuanto y cuanto , los que hemos seguido siendo fieles a esta dulce esclavitud del blog, sin escuchar cantos de sirenas del "caralibro" y otros compañeros traidores de la modernidad y las tendencias, te hemos echado de menos querida Reyes.Espero que tu vuelta sea definitiva y fructífera, un muy muy fuerte abrazo y un beso.

    ResponderEliminar
  5. Todo es compatible¡muje!, aunque sea con cuentagotas no nos puedes dejar
    besos

    ResponderEliminar
  6. Pues estoy encantado de esta decisión tuya.
    Se te ha echado mucho de menos por aquí.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Ya le dije en mi anterior mensaje que escribe usted poco en este blog, y que debe prodigarse más. A pesar de ser usted del otro equipo de la ciudad, y tener plagado este escritorio de verde y blanco, vuelvo por aquí a pajarear de vez en cuando, o cada vez que mi blog me avisa de una de sus entradas,con la ilusión de encontrarme con el lujo -esto es un piropo manido y de fácil ejecución- de su prosa. Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Bienvenida a la puta (y felicísima)realidad.
    sarastro.

    ResponderEliminar
  9. Y nosotros que nos alegramos...un beso enorme Reyes!

    ResponderEliminar