sábado, 8 de abril de 2006

VISPERAS


Carmen Doloroso, Polígono, Torreblanca, Pino Montano... con todos mis respetos prefiero que me sorprenda el primer nazareno de San Roque, La Paz o Jesús Despojado.
No soy de vísperas, me gusta encontrarme con la Semana Santa el Domingo de Ramos. Faltan 24 horas para que salga la Cruz de Guía de la Paz y sigo sintiendo el nerviosismo que toda la vida me ha acompañado, esas son mis vísperas.

4 comentarios:

  1. Estimada dama, aprecio con gran satisfacción su exquisita sensibilidad, poética y amor hacía las tradiciones de su ciudad. En verdad debe ser bella la Semana Santa, cuando es capaz de traspasar las barreras de la timidez y soltar a este espacio sentimientos y pasiones tan personales como los que usted describe. Sólo en algo no estoy de acuerdo. No creo que no le gusten las vísperas. Es más, creo que usted, sobre todo, es una mujer de vísperas y previos. Las vísperas son viajes, y en estos está la ilusión y la felicidad. Quizá una vez en el destino soñado, tengamos de nuevo que comenzar a viajar.

    Un saludo

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  2. Estimada dama, intuyo que ese primer envite que le deparó su Semana Santa haya renovado en usted la pasión reprimida tras un año de cotidianidad, ofreciéndole los placeres que añoraba. Sé que en su tierra esta es una fecha singular,al confluir, como si de astros se tratara, disparidad de sensibilidades, unas atenuadas por el perfume del incienso y otras simplemente exaltadas por el calor que en los sentidos provoca la primavera y sus consecuencias. La religiosidad que es un don subjetivo, debe ser peculiar en esa ciudad, admitiendo que una tradición de indudables creencias sea vivida como ustedes lo hacen. Tálvez, lo de menos sea saber o conocer qué Dios es el que pasean por las calles. O quizá qué María la que también sufre, seguro que el amor y el dolor, sentimientos antagónicos y contrapuestos, pero invitable inseparables son la esencia de su Semana Santa. Un saludo

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  3. Dama, Dama...parece mentira. Las Vísperas, es un estado emocional el el que el cofrade de a pié vive de forma instalada durante trescientos y pico días, arrancando del taco del almanaque diariamente la hoja que le corresponde, y tratando de ver en cada una de ellas, algo que le relacione, ora un culto de Hdad, ora una procesión, ora un concierto, o por que no, una extraordinaria si al caso viniese, y sin ser ordinaria. Poco a poco, el taco va menguando, reduciéndose de vertiginoso modo nada más que arranca el Quinario del señor de su padre, pero por otro lado, esa hoja que va sustrayendo se va llenando de citas.....Novena de Pasión, de san Isidoro, Quinario en Carmen Benítez..........
    Yllegará el Miércoles de Ceniza, y su menguado almanaque cada vez estará más repleto de momentos, algunos sólo los soñará, y otros lo imaginará en un cansado anochecer, quizás pegada a unos casquitos.... No se ofenda, ni averguence de las Vísperas, pues ellas encierran algo que el presente no posee, y es la permanente ilusión de estreno cual domingo de Molviedro hubiese soñado.
    Qué dificil es soñar, cuando no se cree, pero que bonito cuando se tiene fe en que todo ha de llegar, inclusive a los más escépticos....

    Soñar con ver pasar nazarenos, donde un día jugó siendo niña, o quizás donde recibió su primer beso.... Hay sueños que se cumplen, y nada más bello que vivir lo soñado.

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  4. Esa extraña sensación la tuvo la protagonista de La niña de la calle Hélice, y miles de sevillanos cada año...

    Antonio

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