Mi evasión doméstica.

Sufrí el acoso de una vecina obsesionada por ser mi amiga, que cuando salía a tender, como nuestras ventanas están, desgraciadamente enfrentadas, su GPS le advertía y aparecía dispuesta a charlar, que precisamente es algo que detesto irremediablemente. Se me ocurrió salir a tender con mi MP3 para evitarla; asomó justo cuando sonaba "TNT" de mis admirados AC/DC. La veía mover los labios e incluso mover la mano, pero no le eché ni cuenta. Así un día y otro, hasta que desistió.
Ahora sigo tendiendo con la tranquilidad de hacerlo sola, aunque ya no puedo prescindir de mis auriculares en las tareas domésticas. La cola del super me la hace más amena, en la frutería ahuyento a las maris aburridas en busca de conversación, la plancha pasa a ser más soportable y la cocina más productiva, al menos eso me dijeron tras un suculento potaje de garbanzos:
- ¿Qué le has hecho, está buenísimo?
- Me ayudó Carlos Santana...