En las cosas más sencillas se encuentra a veces, la belleza más impactante. Esta en concreto salió a mi encuentro, durante un paseito mañanero bastante amargo, como la naranja.
Mi querida Dama, es nuestra ciudad un compendio de amarguras entre las que escondidas florecen rosas de pasión. La melancolía de los días fríos de enero, nos llenan las calles del agrio fruto de los naranjos, ese que esconde el agridulce sabor de la mermelada por la que se chiflan los hijos de la Perfida Albión. Enero se hace una cuesta insalvable, con amargos paseos mañaneros donde podemos disfrutar de la belleza de la ciudad de siempre pero con la acidez del tiempo que fluye como tu río camino de nuestra Sanlúcar. En el amargor de estos días de enero, ya florecen los primeros azahares en los naranjos luneros, esos que desprecian a los fríos y a las heladas y que pregonan a los cuatro vientos amargos de la ciudad el mensaje de la luz que nos viene…
Son de esas fotos que al instante dejan de estar... y el que está y sabe verlo... goza de la magia.
...las naranjas en El padrino fueron símbolos de que algo malo iba a pasar pero... pero en Sevilla... las farolas en los charcos contraponen la pena...
La fotografía es una preciosidad, luminosa y sencilla. Lo que no entiendo es por qué pensamos, sin darle una oportunidad, que esa naranja sabía amarga...
Pregonero, hubo una segunda. Al tanto, te la subiré.
Pepe Luis, si me fuese a Sanlúcar todo sería diferente. Si las naranjas amargas que se caen, estuviesen florecidas de azahar, todo sería diferente. Y si no hubiese estado melancólica en el paseo, también la foto hubiese sido diferente.
Y la farola, enamorada de sí misma, descabalgó de su percha para darse un beso en la piel de mi Sevilla. Y posó para la dama antes de morir de sed. Como un Narciso cualquiera.
Dicen que el que busca encuentra, yo nunca lo he creido, o simplemente prefiero que las cosas se me caigan encima, me salgan al paso, como lo que te ocurrió a ti; creo que esa es la verdadera magia de todo, eso y quien sabe verlo claro. Gracias por el comentario en el graderío que si llegó, y por llamadas verdiblancas que vendrán. Kisses
Impactante. Una Sevilla amarga en la que Amargura es el nombre de la más bella estampa... (aunque siga usted en el anonimato, ya sabe que tiene una cita el día 20)
Tato, ¿Me regalas el texto para colgarlo en el salón?, parece que hice la foto para que me escribieses algo así. Maese; en el Patio Banderas. Estuve deanvulando por el Barrio de Santa Cruz, hubo alguna más, que las subiré esta tarde. Si te gusta, mándame tu correo al mío y te la mando. Rascaviejas, iré, usted busque a Dar Vader, esa seré yo, pero le aseguro que allí estaré el día 20 a las 8'30 sin ninguna duda.
Querida Dama, que lo consideres un regalo, ya es un regalo para mí.
Los comentarios, como las cartas, siempre pertenecen al destinatario. Ya se sabe que uno sólo es dueño de sus silencios y no de las palabras que escribe o pronuncia (a ver si la SGAE se entera...).
Muchas gracias por el ofrecimiento Dama, no es necesario que me la mandes, la puedo coger de tu blog si me das tu permiso. La pondré en el escritorio del ordenador de mi oficina.
Al pinchar sobre la foto se abre una ventana y sale a tamaño grande. Mañana cuando vaya a la oficina la pillo y me la pongo en el ordenador. Gracias.
Lo de los flamenquines está hecho, pero hay que ir a Córdoba. La foto esta hecha en un bar de allí. A ver si el próximo verano llevan a Eric Clapton al Festival de la guitarra como se rumoreaba en la pasada edición. Flamenquín + Clapton... combinación explosiva :-)
Hoy nos vamos a la cama contentos con nuestro Betis aunque haya que lamentar la grave lesión de Capi.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMi querida Dama, es nuestra ciudad un compendio de amarguras entre las que escondidas florecen rosas de pasión.
ResponderEliminarLa melancolía de los días fríos de enero, nos llenan las calles del agrio fruto de los naranjos, ese que esconde el agridulce sabor de la mermelada por la que se chiflan los hijos de la Perfida Albión.
Enero se hace una cuesta insalvable, con amargos paseos mañaneros donde podemos disfrutar de la belleza de la ciudad de siempre pero con la acidez del tiempo que fluye como tu río camino de nuestra Sanlúcar.
En el amargor de estos días de enero, ya florecen los primeros azahares en los naranjos luneros, esos que desprecian a los fríos y a las heladas y que pregonan a los cuatro vientos amargos de la ciudad el mensaje de la luz que nos viene…
Que bonita estampa, preciosa.
ResponderEliminarSon de esas fotos que al instante dejan de estar... y el que está y sabe verlo... goza de la magia.
ResponderEliminar...las naranjas en El padrino fueron símbolos de que algo malo iba a pasar pero... pero en Sevilla... las farolas en los charcos contraponen la pena...
Antonio
Sería amarga pero la foto que encontrastes bien mereció que salieras esa mañana
ResponderEliminarLa fotografía es una preciosidad, luminosa y sencilla. Lo que no entiendo es por qué pensamos, sin darle una oportunidad, que esa naranja sabía amarga...
ResponderEliminarUn beso, mi querida Dama.
q me gusta un charco para ver Sevilla.
ResponderEliminarUn beso Dama
Vaya composición más buena, y el concepto mucho mejor.
ResponderEliminarEncontrar la belleza durante un paseo amargo te reconfortaría esa mañana. Quédate con eso, que no es poco.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantan tus fotos de pequeños detalles sevillanos.
ResponderEliminarNo dejes de publicar entradas de este tipo cuando las encuentres en tus envidiables paseos.
Pregonero, hubo una segunda. Al tanto, te la subiré.
ResponderEliminarPepe Luis, si me fuese a Sanlúcar todo sería diferente. Si las naranjas amargas que se caen, estuviesen florecidas de azahar, todo sería diferente.
Y si no hubiese estado melancólica en el paseo, también la foto hubiese sido diferente.
Gracias a todos.
Y la farola, enamorada de sí misma, descabalgó de su percha para darse un beso en la piel de mi Sevilla. Y posó para la dama antes de morir de sed. Como un Narciso cualquiera.
ResponderEliminarFantástica foto.
Besos admirados
Dicen que el que busca encuentra, yo nunca lo he creido, o simplemente prefiero que las cosas se me caigan encima, me salgan al paso, como lo que te ocurrió a ti; creo que esa es la verdadera magia de todo, eso y quien sabe verlo claro.
ResponderEliminarGracias por el comentario en el graderío que si llegó, y por llamadas verdiblancas que vendrán.
Kisses
Impactante. Una Sevilla amarga en la que Amargura es el nombre de la más bella estampa...
ResponderEliminar(aunque siga usted en el anonimato, ya sabe que tiene una cita el día 20)
Qué bonita foto. El reflejo de la farola parece una lámpara que cuelga del cielo.
ResponderEliminarPor curiosidad, ¿dónde hiciste la foto?
Tato, ¿Me regalas el texto para colgarlo en el salón?, parece que hice la foto para que me escribieses algo así.
ResponderEliminarMaese; en el Patio Banderas. Estuve deanvulando por el Barrio de Santa Cruz, hubo alguna más, que las subiré esta tarde. Si te gusta, mándame tu correo al mío y te la mando.
Rascaviejas, iré, usted busque a Dar Vader, esa seré yo, pero le aseguro que allí estaré el día 20 a las 8'30 sin ninguna duda.
Querida Dama, que lo consideres un regalo, ya es un regalo para mí.
ResponderEliminarLos comentarios, como las cartas, siempre pertenecen al destinatario. Ya se sabe que uno sólo es dueño de sus silencios y no de las palabras que escribe o pronuncia (a ver si la SGAE se entera...).
Besos fotogénicos
Muchas gracias por el ofrecimiento Dama, no es necesario que me la mandes, la puedo coger de tu blog si me das tu permiso. La pondré en el escritorio del ordenador de mi oficina.
ResponderEliminarClaro que sí, pero creo quee sale pequeña. Si es así, ya sabes, te la mando.
ResponderEliminarA cambio de uno de esos flamenquines...
Al pinchar sobre la foto se abre una ventana y sale a tamaño grande. Mañana cuando vaya a la oficina la pillo y me la pongo en el ordenador. Gracias.
ResponderEliminarLo de los flamenquines está hecho, pero hay que ir a Córdoba. La foto esta hecha en un bar de allí. A ver si el próximo verano llevan a Eric Clapton al Festival de la guitarra como se rumoreaba en la pasada edición.
Flamenquín + Clapton... combinación explosiva :-)
Hoy nos vamos a la cama contentos con nuestro Betis aunque haya que lamentar la grave lesión de Capi.
Ya está de fondo de escritorio. Gracias.
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