La voz de Ojeda me transporta a Sabor de amor, Catalina y a Reina del Caribe, a los años dorados, al verano inolvidable y a la música de calidad con sello andaluz. Hoy me he topado con esta canción de casualidad, a la cual jamás había prestado atención. Mientras veía como una pelota se embarcaba en un tejado, he caido en la cuenta de que todavía consiguen emocionarme muchísimo determinadas cosas.
Hay detalles diarios, pinceladas de la rutina de nuestra vida que, en ocasiones, pasamos por alto, y que cuando nos fijamos, tienen una belleza inusitada.
ResponderEliminarNo debemos dar por hechas las cosas, pero tampoco pasarlas por alto.
Un beso grandísimo querida amiga.
A veces las pelotas se quedan en los tejados de los demás mucho tiempo, o en los propios.. aunque “pío pío”
ResponderEliminarKisses
Es increible hasta donde me he ido al ver esa pelota colgada en el tejado....he volado lejos...he volado a un pasado que recuerdo como un maravilloso sueño del que parezco no ser la protagonista.
ResponderEliminarUmmmm genial.
Gracias por el viaje sin billete.
Te seguiré.
J.