Memorias de un ahogado

Recién acabado de leer, hago pública su recomendación para quien guste. Cuenta la historia de Jota, un homosexual que pasa por un infierno personal por no reconocer su identidad, describe a la perfección ese ambiente y unos personajes curiosos y al mismo tiempo, fascinantes. Alguien que me aprecia me lo regaló, y me hablaba de su autora con verdadera admiración, ya que hay veces que tras una mujer normal se esconde una escritora en potencia. Esta es la primera novela de esta escritora. Busqué información de Juana Cortés, su autora, por internet; cuando leí un texto autobiográfico suyo, comprendí que esa novela no me dejaría indiferente. Ni su autora. Y así ha sido.

“Yo tenía una capacidad, un don quizás, pero, como en los cuentos, temía que se convirtiera en una maldición o un castigo. A mí me crecían historias, ajenas a mi voluntad y a mi control. Al principio, confundida, no se lo quise contar a nadie y lo guardé en secreto. Debía domesticar ese hábito; acostumbrarme a él y alimentarlo. No fue fácil. Nunca en mi vida había tenido mascota y tenía poca paciencia. Un día escribí un cuento y, ante mis ojos, se convirtió en gato y me arañó el corazón. Me dejó el ánimo perturbado y la sensación de haber tocado ceniza con la yema de los dedos. Luego llegaron otros. Me hacían compañía y aprendí a jugar con ellos. Sin darme cuenta creé un mundo propio con mis fantasías y mis anhelos, poblado de niños enfermizos y mujeres transparentes, de animales mágicos y seres desconcertantes. Empecé a observar y a escarbar entre los fragmentos de vidas ajenas. Me convertí en buscadora de historias, paleontóloga, espeleóloga del sentimiento. Las palabras caminaban agarradas del brazo y las historias se crecían, volaban, se me iban de las manos.”

Memorias de un ahogado, Juana Cortés.