Pensaba que me iban a felicitar por mi cumpleaños, me tendré que conformar con el de siempre. Para mí, porque no todos los días se cumplen cuarenta años...
parece que la conjunción estará donde estuvo en un principio, está ahora and ever shall be, world whithout end, AMEN...
felicidades a la madre putativa del bloguerío sevillano... felicidades a ti, gran dama de la escena catódica... prima ballerina assoluta de nuestras pantallas...
todavía quedamos hombres a los que siempre nos pusieron las maduritas...
Nunca le pasaron desapercibidas, a pesar de que siempre andaban mimetizadas con el paisaje. Quizás por eso apenas nadie reparaba en ellas salvo, a veces, para no pisarlas. Extraños escrúpulos. Desde pequeña fantaseaba sobre la vida de quienes las abandonaban a su suerte, ajenos a la excitación que aquellos breves restos de intimidad suscitaban en su magín. La forma, el lugar, el instante. ¡Hasta su intuida cadencia o su irregular hondura le servían para urbanizar existencias ajenas! Si eran felices o desdichados, buenos o malos amantes, cariñosos, déspotas, sensibles, divertidos, egoístas. Hoy, recién cumplidos los cuarenta, paró en seco sus pasos sobre la húmeda arena de la playa y volvió inquieta la mirada. Por primera vez no se reconoció en sus pisadas. Ni supo imaginar otras vidas en las demás. Y sonrió aliviada.
Felicidades, mi querida Dama. Pensaba colgarlo en la taberna junto a esta fotografía (cortesía de Juan Yanes) y esta música, y felicitarte desde allí. Quedaba más bonito, pero era menos generoso -¿y qué es un regalo sino generosidad?-, así que decidí que estas palabras se quedaran aquí, en tu saloncito, porque desde este momento, si las quieres, son sólo tuyas.
Una cajita con cuarenta besos luminosos para que hagan juego con tu sonrisa.
Y yo que pensaba buscarla entre el People and people, o cómo se escriba. Besos dama, y deje las nostalgias o las depresiones o cómo se llame para los que hemos colgado la entradita... Y d.m. (Depeche mode mediante) que cumpla usted muchísimos más y que nosotros los veamos (esto me recuerda que de aquí a no tanto me llega la cifrita a mi...)
Muchas felicidades Dama. Cuarenta es una estupenda edad para vivir la vida plenamente, ¿quien los cogiera de nuevo?. Un beso grande Reyes, dama de tan sevillano nombre.
Felicidades torpedaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarNo hemos ido por allí porque es un gran jaleo con el enano, ya nos vemos.
No está nada mal, pero que nada mal, el de siempre, ¿eh?
ResponderEliminarMuchísimas felicidades. Uno está en puertas de la misma edad. Yo creo que somos de buena cosecha, ¿no?
Un beso muy fuerte, mi querida Dama.
felicidadesssssss
ResponderEliminarFelicidades
ResponderEliminarMuchas felicidades, espero que pases un muy buen día en tu Sanlucar.
ResponderEliminarUn beso
parece que la conjunción estará donde estuvo en un principio, está ahora and ever shall be, world whithout end, AMEN...
ResponderEliminarfelicidades a la madre putativa del bloguerío sevillano... felicidades a ti, gran dama de la escena catódica... prima ballerina assoluta de nuestras pantallas...
todavía quedamos hombres a los que siempre nos pusieron las maduritas...
Manumisión
ResponderEliminarNunca le pasaron desapercibidas, a pesar de que siempre andaban mimetizadas con el paisaje. Quizás por eso apenas nadie reparaba en ellas salvo, a veces, para no pisarlas. Extraños escrúpulos. Desde pequeña fantaseaba sobre la vida de quienes las abandonaban a su suerte, ajenos a la excitación que aquellos breves restos de intimidad suscitaban en su magín. La forma, el lugar, el instante.
¡Hasta su intuida cadencia o su irregular hondura le servían para urbanizar existencias ajenas! Si eran felices o desdichados, buenos o malos amantes, cariñosos, déspotas, sensibles, divertidos, egoístas. Hoy, recién cumplidos los cuarenta, paró en seco sus pasos sobre la húmeda arena de la playa y volvió inquieta la mirada. Por primera vez no se reconoció en sus pisadas. Ni supo imaginar otras vidas en las demás. Y sonrió aliviada.
Felicidades, mi querida Dama. Pensaba colgarlo en la taberna junto a esta fotografía (cortesía de Juan Yanes) y esta música, y felicitarte desde allí. Quedaba más bonito, pero era menos generoso -¿y qué es un regalo sino generosidad?-, así que decidí que estas palabras se quedaran aquí, en tu saloncito, porque desde este momento, si las quieres, son sólo tuyas.
Una cajita con cuarenta besos luminosos para que hagan juego con tu sonrisa.
Felicidades petarda... Eres tan joven como tu amiga.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades Dama miarma, 40 primaveras y cientos de puestas de sol cumplidas...
ResponderEliminarAquí te dejo mi regalito, como está la cosa de tiesa, es lo único que puedo ofrecerte.
Un saludasso.
Pues al final ellos se dieron el piro, que lástima.
ResponderEliminarFELICIDADES
...y que cumplas muchos más, Dama de sevillano nombre.
ResponderEliminarUn beso.
Y yo que pensaba buscarla entre el People and people, o cómo se escriba. Besos dama, y deje las nostalgias o las depresiones o cómo se llame para los que hemos colgado la entradita... Y d.m. (Depeche mode mediante) que cumpla usted muchísimos más y que nosotros los veamos (esto me recuerda que de aquí a no tanto me llega la cifrita a mi...)
ResponderEliminarFelicidades, amiga Reyes.
ResponderEliminarpues felices cuarenta,...y a sumar ilusiones...
ResponderEliminarUn beso desde Granada
Muchas felicidades Dama. Cuarenta es una estupenda edad para vivir la vida plenamente, ¿quien los cogiera de nuevo?.
ResponderEliminarUn beso grande Reyes, dama de tan sevillano nombre.