Ayer fue el día de mi santo, y es imposible pasarlo por alto. Es el día de mi abuelo, quien me dio el nombre más hermoso que se puede tener siendo hija de esta ciudad. Cada año que pasa sin verla, no me lo perdono. Me duele no estar ese día en mis calles, con mi gente, la mañana fresca con campanas, las otras Reyes de mi familia, o viendo en los ojos de la gente los ojos de mi abuelo, por ejemplo. No me lo perdono, el año que viene no faltaré. Aunque la vea antes o después, en su paso o en su altar, no puedo dejar de sentir la tremenda nostalgia de sentirme lejos de mi tierra cuando sale mi Virgen, nada es comparable a no estar un quince de agosto en Sevilla, nada.
Mi exilio comienza su final, cada vez tengo más ganas de tí, Sevilla.
La foto de Finidiblanco, por supuesto.
Ella sabe esperar a los que la queremos, nunca tiene prisa por vernos cerca si sabe que estamos pensando en Ella estemos donde estemos.
ResponderEliminarCuando vuelvas y te acerques a verla lo notaras en su cara y también en la sonrisa picara de su Hijo.
Un beso y felicidades, aunque sean atrasadas, Reyes.
Muchas felicidades Reyes,nuestra dama de sevillano nombre...
ResponderEliminarCada 15 de agosto, aquellos que nos enseñaron de su mano a querer y sentir cada latido de esta ciudad y que ya partieron de esta vida, vuelven a Ella, porque como decía el otro día el Maestro Burgos, La Virgen pasa lista,pero estoy seguro de que pasa por los que estamos y por los que ya no están, pues ellos vuelven en quienes se postran a sus plantas cada 15 de agosto, pero también en los 364 restantes.
Un beso, desde la ciudad.
Llego tarde pero Muchas Felicidades
ResponderEliminarFelicidades atrasadas, guapetona.
ResponderEliminarBesos fresquitos
P.S.: ¿Las piernas como Emana? ¡Ojú!
Vaya... debo reconocer que no me acordaba hasta que ví el enlace en el blog de Maese.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades, Dama de sevillano nombre. Tu día lució muy bien... incluso se levantó un poquito de aire para despedirlo cuando estaba pasando la medianoche.
Un beso muy grande.
Y más tarde que nadie, si, esa soy yo. Ese día por la mañana quise felicitarte, vi que en el blog no había nada al respecto y pensé que mejor localizarte por otro lado. Luego se desató un día caótico sin parar, y fue un finde entero caótico sin parar, como el propio verano… Y con toda mi poca vergüenza, sin felicitarte. Como ahora tengo este parón obligado, pues eso, aquí estoy, más tarde que nadie…
ResponderEliminarKisses miles y el año que viene será…
Vaya, me despisté este año. Felicidades, aunque tarde. Y feliz regreso.
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