martes, 11 de mayo de 2010

Invisible

Seguimos con los libros, iba a escribir sobre desilusión pero le debo a alguien esta entrada. La dejaré para cuando esté más ilusionada y así, no sonará tan a tragedia.
Tras los últimos títulos de Paul Auster leídos, donde pensé que como le ocurría a Woody Allen, a este magistral escritor se le había secado la fuente de la inspiración, no tengo otro remedio que rendirme ante la genialidad que sólo son capaces los artistas. Diez horas he necesitado para comprender porqué Auster es el mejor escritor del momento, al menos en mi ránking ocupa puestos de Champions junto con Murakami, Muñoz Molina, Benedetti y Vargas Llosa. En esta historia, donde de nuevo vuelve a aparecer el azar, aunque no tanto como en otras publicaciones suyas, los momentos casi surrealistas y Nueva York, creo que ha echado toda la carne en el asador, sencillamente, ha creado una obra maestra, que te envuelve, te atrapa y además, te enseña la manera correcta de escribir una novela con lectura fácil, yendo de primera a tercera persona sin que lo notes, o lo que es peor, te muestra lo que cualquier aprendiz de escritor, como una servidora, jamás podrá alcanzar por mucho que sueñe. Reconozco que el final me dejó algo perpleja, no me gustó, pero volví a leer la última parte empeñada de que algo me había dejado en la recámara y efectivamente, así era. Ocurrió entonces que se encendió la alarma que me indica que acababa de leer una novela sencillamente alucinante, de las grandes historias jamás contadas.

Para JMRC, un arquitecto como pude haber sido yo, amante de Muñoz Molina como sí soy yo, con cariño.

7 comentarios:

  1. No sabes lo que me alegra esta entrada. Coincido contigo en que lo último que nos venía publicando Paul Auster dejaba bastante que desear (comparado con toda la maravilla anterior que tenía). Me compré "Invisible" nada más salir la novela al mercado. Pero por aquí anda, sin leer, por pereza quizá, quizá por miedo a una nueva desilusión por parte de quien tanto, tantísimo, me había dado. Ahora, cuantito termine la que tengo entre manos, va a caer.

    Un beso, mi querida Dama.

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  2. ...con más cariño recibo yo la dedicatoria, como si el mismísimo Auster me firmara Invisible.

    A veces se cruzan las emociones contenidas en los libros, en un blog, en una página web, en la vida real, tejiendo redes invisibles que son las que nos dan motivos para afrontar el día a día con una amplia sonrisa como la que yo luzco hoy.

    Un beso, Dama.

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  3. Desde que devoré Mr.Vértigo no ha vuelto a caer en mis manos nada de Auster.
    Cuando acabe el paseo por el "Río que nos lleva" de Sampedro creo que podré abrirle un hueco.

    Saludos.

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  4. ¿De qué me sonaran esas iniciales? JMRC, no sé, no se........

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  5. He leído muy poco de Auster, pero prácticamente todo de Mario Vargas Llosa (perenne candidato al Nobel) y desde mi punto de vista, muy superior a todos los que has citado... Aunque, sobre gustos no hay nada escrito.
    Saludos.

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  6. Precisamente este fin de semana estuve con un amigo que se acababa de leer Invisible y me comentaba que no sabía por qué tenía ese título dicho libro.

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  7. Creo que voy a ser la nota discordante.
    De entrada, reconozco que no soy imparcial ya que Auster en general no es uno de mis escritores. Creo que es muy irregular (pero con una baja media), y aunque maneja habilmente el ritmo narrativo, en la composición de diálogos deja mucho que desear.
    No obstante, las escenas de sexo creo en mi opinión que están bien, incluso muy bien escritas.
    De todas formas, creo que lo que más juega en contra de Auster es que la edición española de Benito Gómez Ibáñez es bastante mejor que la obra original.

    Un beso.

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