domingo, 28 de noviembre de 2010

El Sur

¿Qué podemos amar que no sea una sombra?
Así comienza una de las novelas más breves e intensas que he leído jamás, tan breve que veré la versión cinematográfica de Victor Erice porque me he quedado con ganas de más. Desde anoche, que acabé de leerla, no se me va del pensamiento la magistral literatura de Adelaida García Morales, su autora y del sufrimiento de su protagonista, alguien que vive encerrado en una vida que no le pertenece y acosado por los recuerdos. Todo ello contado desde la perspectiva de una niña de quince años que empieza a preguntarse porqué sufre tanto su padre. Dejo un fragmento maravilloso.

¿Es ese el motivo de tu sufrimiento? Tú sonreíste con amargura. Mira - me dijiste-, el sufrimiento peor es el que no tiene un motivo determinado. Viene de todas partes y de nada en particular. Es como si no tuviera rostro. ¿por qué? Yo creo que siempre hay motivos y que se puede hablar de ellos, te dije, sin convencimiento alguno y desalentada al ver que habías desviado mi pregunta. Miré a mi alrededor aceptando una vez más tu silencio y pensando que quizás, nunca se pudiera ser feliz en ninguna parte.

4 comentarios:

  1. Que duro es eso de no poder ser feliz en ninguna parte ¿verdad?

    Besos dama y espero que tu libro te vaya genial

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  2. ¿Qué podemos amar que no sea una sombra? Uffff, impresionante, para temblar.

    Besos, mi querida Dama.

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  3. ...quizás, nunca se pudiera ser feliz en ninguna parte.

    Teniendo en cuenta que el ser feliz o desgraciado, va unido a la aceptación, o no, de las circustancias de cada uno; creo que el lugar es lo de menos.

    Saludos.

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  4. Yo estoy con La Colmena y El Quijote en DVD para documentarme.

    Siempre me llamó la atención esa película de la que he oído hablar mucho, pero como es normal en mí, no la he visto.

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