Vísperas a "mi" sevillano modo

No te habría costado nada saludarme, pero aquella señora que se cruzó ante ti, brazos abiertos, te hizo el favor de la tarde, te hizo evitar pasar ese mal trago. Pasé por tu lado, yo camino de Santa Catalina, tú, no lo sé, intenté saberlo, pero comprendí que no lo sabría mientras observaba como sufrías por hacerte el longui. Ni para eso tienes arte, tampoco lo tienes para alardear de tu sensibilidad capirotera, me resultas ridículo. Hace dos meses no habría sido así. Tampoco me importa, créeme. Todo esto trae algo bueno, el filtro por el que se cuela la gente que merece la pena cada vez es más tupido y la próxima Navidad, podré evitar tus absurdos y cursis emails, me harás un favor. No he escuchado el pregón, el sevillano, profundo, comprometido y lleno de fe todos los años, quizás esté algo decepcionada, lo cierto es que a mi Betis le dio por jugar el mismo día y a la misma hora, cosas del destino, y eso es causa de peso para optar por el atril en Jerez, que no de Jerez. Además, dado su contenido, retransmitido casi en directo por la conversación que mantenía "on line" con dos ilustres blogueros, ni siquiera lo hice en diferido, ni siquiera por oir "Amarguras". Más de lo mismo. Tampoco me importa, Colón y Garrido Bustamante siguen en el top ten pregoneril y creo que serán imbatibles.

Todo esto me hace comprender a Cernuda cada vez más y cada vez más amar mi Semana Santa, esa de mi sevillano modo y por ello, allí donde mi particular tiempo se detiene, me dirigí, a disfrutar de mis Vísperas.