lunes, 2 de enero de 2012

Haikus

A mi me gusta ir a la librería que siempre voy, sin prisa. Una vez oí decir a alguien que delante de mí abonaba su compra, que otro día volvería sin prisa, como se debe ir a las librerías. Y tenía toda la razón.
En mi librería favorita, dejar pasar el tiempo es más que un placer; saludas a Rafa quien siempre tiene una palabra amable y te deja todo el tiempo del mundo para que toquetees los lomos, leas prólogos, curiosees, ojees y hojees y si te apetece, acercarte a él para dejarte guiar con una de sus siempre acertadas recomendaciones.
En una de mis últimas visitas en las que fui a por "provisiones", bajé de la sección de bolsillo a la planta noble tras no encontrar nada sugerente, y así dejarme guiar por los sabios consejos de mi librero, a quien encontré sin cúter, ni piercing en el labio ni camiseta de Jethro Tull (quien haya leído mi novela lo entenderá) dispuesto a ayudarme.
En un estante bajo estaban apilados varios tomos de aquella sugerencia, con un sol naranja en su portada de textura rugosa y la verdad, ni me llaman la atención sobremanera los "haikus", ni suelo perder palabras, ni Japón es el país que más me atrae del planeta; pero el autor había pasado por allí dejando una serie de ejemplares firmados. Eso me dijo el librero y eso despertó mi interés.
Cogí un ejemplar, y al abrirlo para leer la dedicatoria, supe que desde ese momento, su autor, había ganado una lectora.
"Viaja a través de las palabras por la galaxia del Sol Naciente"
No me decepcionó en lo más mínimo, la historia, fantástica y muy bien contada. Consiguió que disfrutase con Japón, los haikus y las palabras perdidas con la satisfacción que da saber que hay gente que sabe acertar con aquello que te gusta, como le ocurre a mi querido librero.
Andrés Pascual, "El Haiku de las palabras perdidas".

1 comentario:

  1. Para que veas, querida dama, que siempre hay una primera vez para todo y que nunca pudes decir "de este agua no beberé"...

    Un beso desde Granada

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