"Amapolas en el campo infinito de tu cuerpo..." dice el poema que me regala otro tipo de trianero, quien me llama por teléfono cuando regreso tras rodear la calle Betis en bici para mayor placer de la vista y del alma y que me obliga a pararme, sentarme y dejarme llevar por la brisa del río que separa a las dos orillas, envuelta en todo tipo de sensaciones y pensamientos. Al final van a llevar razón, y quizás Triana tenga algo diferente, o sus trianeros, quien sabe.

martes, 18 de octubre de 2011
Cicerones de la otra orilla
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Sin lugar a dudas yo creo que sí.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bonita "rêverie"
ResponderEliminarAmapolas; dulce ramo:
ResponderEliminarcada flor es un amor,
y cada pétalo
...un beso.
Besos cerámicos cuajados con la calidez de tus palabras. Gracias, por sentir lo que yo siento, mi vida es menos solitaria.
Firmado: Elvira.