Andaba cerca y siempre que puedo me acerco a verla. Me siento en un banco y la observo sin prisa, como acostumbro desde niña y disfruto del momento. Solo estábamos Ella, una luz alumbrándole la cara y yo.
Yo también lo hago siempre que, al pasar por San Juan de la Palma, encuentro el templo abierto. Tengo cinco dolorosas que me cautivan por encima del resto, pero el dolor de la Amargura siempre fue para mi el más hermoso y de su cofradía ni hablemos...
Yo tengo mi Hermandad, que sale el Jueves Santo, mi Virgen, que es Ella y como algo especial, la Macarena. Soy mas bien de ruán, me gustan las cofradías tipo Mortaja, Penas etc..., aunque oir las bambalinas de Gracia y Esperanza o ver el Pilatos por Sta. Catalina, es algo maravilloso. Pero la Amargura es para mí, algo especial, indescrpitible.
Ay dama, me afilas los dientes. Y me pones a prueba con una foto tan pequeñita, aunque acerté antes de leer los comentarios anteriores. La Amargura es elegantísima, ¿dónde acaba su elegancia y empieza la de la cofradía? ¿Son, tal vez, la misma elegancia, la misma finura?
Yo también soy "más bien de ruán", te pido prestada la expresión, pero...
Dama, conozco la página de Julio Domínguez Arjona. Fue de lo primero sevillano que me enganchó a internet. Ahora hay "cienes y cienes" de opciones, pero hace unos años era un verdadero tesoro. Lo sigue siendo, porque conserva otra virtud, una visión personal, original y apasionada de Sevilla. Gracias por la recomendación, confirma nuestra sintonía.
Yo también lo hago siempre que, al pasar por San Juan de la Palma, encuentro el templo abierto.
ResponderEliminarTengo cinco dolorosas que me cautivan por encima del resto, pero el dolor de la Amargura siempre fue para mi el más hermoso y de su cofradía ni hablemos...
Yo tengo mi Hermandad, que sale el Jueves Santo, mi Virgen, que es Ella y como algo especial, la Macarena.
ResponderEliminarSoy mas bien de ruán, me gustan las cofradías tipo Mortaja, Penas
etc..., aunque oir las bambalinas de Gracia y Esperanza o ver el Pilatos por Sta. Catalina, es algo maravilloso.
Pero la Amargura es para mí, algo especial, indescrpitible.
Ay dama, me afilas los dientes. Y me pones a prueba con una foto tan pequeñita, aunque acerté antes de leer los comentarios anteriores. La Amargura es elegantísima, ¿dónde acaba su elegancia y empieza la de la cofradía? ¿Son, tal vez, la misma elegancia, la misma finura?
ResponderEliminarYo también soy "más bien de ruán", te pido prestada la expresión, pero...
Yo no la veo en la calle, pero su imagen es como un rincón de la memoria que se revive aunque no se conozca.
ResponderEliminarAmargura en cualquier momento, en cualquier lugar, en la calle, en el templo,....
ResponderEliminarDama, conozco la página de Julio Domínguez Arjona. Fue de lo primero sevillano que me enganchó a internet. Ahora hay "cienes y cienes" de opciones, pero hace unos años era un verdadero tesoro. Lo sigue siendo, porque conserva otra virtud, una visión personal, original y apasionada de Sevilla. Gracias por la recomendación, confirma nuestra sintonía.
ResponderEliminarPara su besamanos, dentro de poco más de un mes, prometo dedicarle un artículo en mi blog.
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