Nunca eligirían mejor los poetas un lugar para establecer su casa que el lugar donde Doña María Coronel vertía aceite hirviendo en su cara para huir del Rey, convirtiendo la historia en leyenda romántica y sevillana.
Ojalá se lleve a cabo y consigan reinsertar en nuestra ciudad este valioso espacio cargado de Historia, Arte y Leyenda. Es muy necesario que Sevilla se mueva y rescate del olvido lugares tan curiosos y espectaculares como el Convento de Santa Clara.
Tuve la oportunidad de visitarlo no hace mucho, y aunque todavía queda un arduo trabajo por delante, creo que las labores de recuperación que se están llevando a cabo son muy buenas. Especulaban sobre la idea de convertirse en la Casa de los Poetas, como bien has dicho querida amiga, sin embargo, hace poco volví a leer que dudaban de nuevo sobre la función que iba a cumplir. Bajo mi humilde punto de vista, lo importante es recuperarlo para Sevilla, luego se le asignará una función.
Y que abran la Iglesia para que pueda ser visitada... es una maravilla.
Si supieras cuanto echo de menos pasear por esa calle, descansar en ese patio oyendo alguna gubia o maquina artesanal de cualquiera de los artistas que había en sus habitaciones; y luego seguir paseando para comprar dulces en la misma calle...
El compás de Santa Clara era uno de esos rincones secretos de Sevilla que descubrí de niño de forma sorpresiva. Recuerdo que mi abuela, vecina de San Lorezo, me llevaba allí, a un taller donde se restauraba un Niño Jesús que quería regalarme. La restauración fue más larga que las obras de la Catedral y al poco de llegar a casa el Niño sufrió las consecuencias de un gran pelotazo. Eso sí, los recuerdos y el descubrimiento de aquel lugar tan bello al que muchas veces regresé permanecieron intactos.
Allí estaba el taller del dorador Antonio Díaz Fernández, hoy sus discípulos regentan uno en la misma calle Santa Clara, casi enfrente de las Reparadoras. Fue un taller de una gran producción, tanto en nuestra "madre" como en la provincia. Como dato, fue, con D. Antonio en vida, uno de los que acometió el dorado del retablo de la Ermita del Rocío. De lo anterior doy testimonio, podría describir hasta la distribución de dicho taller. Además, había un señor con conocimientos de escultura y restauración que coleccionaba obras de arte, un personaje...
La verdad es que el interior del convento, el Compás, donde estaban los talleres de artesanos, está absolutamente abandonado, claro que está lleno de gruas, andamios y hormigoneras. También hay todo un museo de restos arqueologicos a los pies de la Torre de Don Fadrique, incluido una estatua enorme de Fernando VII, que no se sabe qué hacer con ellos. Confío en que todo se quede bien, da mucha pena verlo así. Y también confío en que la Iglesia, ceda también la capilla (cosa que no ha hecho) para que la restauración sea completa. Además es inmenso, no se que pensaría la baronesa Tissen para descartarlo...
Es una pena saber que mientras el ayuntamiento se gasta millonadas en nuevos proyectos ciertos rincones con gran encanto de la ciudad como éste se encuentran deteriorados y sin presupuestos para su rehabilitación. Gracias Reyes por estas fotos...
Ojalá se lleve a cabo y consigan reinsertar en nuestra ciudad este valioso espacio cargado de Historia, Arte y Leyenda. Es muy necesario que Sevilla se mueva y rescate del olvido lugares tan curiosos y espectaculares como el Convento de Santa Clara.
ResponderEliminarTuve la oportunidad de visitarlo no hace mucho, y aunque todavía queda un arduo trabajo por delante, creo que las labores de recuperación que se están llevando a cabo son muy buenas. Especulaban sobre la idea de convertirse en la Casa de los Poetas, como bien has dicho querida amiga, sin embargo, hace poco volví a leer que dudaban de nuevo sobre la función que iba a cumplir. Bajo mi humilde punto de vista, lo importante es recuperarlo para Sevilla, luego se le asignará una función.
Y que abran la Iglesia para que pueda ser visitada... es una maravilla.
Un fuerte beso.
Si supieras cuanto echo de menos pasear por esa calle, descansar en ese patio oyendo alguna gubia o maquina artesanal de cualquiera de los artistas que había en sus habitaciones; y luego seguir paseando para comprar dulces en la misma calle...
ResponderEliminarUn besote.
El compás de Santa Clara era uno de esos rincones secretos de Sevilla que descubrí de niño de forma sorpresiva.
ResponderEliminarRecuerdo que mi abuela, vecina de San Lorezo, me llevaba allí, a un taller donde se restauraba un Niño Jesús que quería regalarme.
La restauración fue más larga que las obras de la Catedral y al poco de llegar a casa el Niño sufrió las consecuencias de un gran pelotazo. Eso sí, los recuerdos y el descubrimiento de aquel lugar tan bello al que muchas veces regresé permanecieron intactos.
Allí estaba el taller del dorador Antonio Díaz Fernández, hoy sus discípulos regentan uno en la misma calle Santa Clara, casi enfrente de las Reparadoras. Fue un taller de una gran producción, tanto en nuestra "madre" como en la provincia. Como dato, fue, con D. Antonio en vida, uno de los que acometió el dorado del retablo de la Ermita del Rocío. De lo anterior doy testimonio, podría describir hasta la distribución de dicho taller. Además, había un señor con conocimientos de escultura y restauración que coleccionaba obras de arte, un personaje...
ResponderEliminarFdo.-Orfila.
Te enlacé en mi blog. Saludos...
ResponderEliminarLa verdad es que el interior del convento, el Compás, donde estaban los talleres de artesanos, está absolutamente abandonado, claro que está lleno de gruas, andamios y hormigoneras.
ResponderEliminarTambién hay todo un museo de restos arqueologicos a los pies de la Torre de Don Fadrique, incluido una estatua enorme de Fernando VII, que no se sabe qué hacer con ellos.
Confío en que todo se quede bien, da mucha pena verlo así.
Y también confío en que la Iglesia, ceda también la capilla (cosa que no ha hecho) para que la restauración sea completa.
Además es inmenso, no se que pensaría la baronesa Tissen para descartarlo...
Raul, Bienvenido, también te he añadido.
Es una pena saber que mientras el ayuntamiento se gasta millonadas en nuevos proyectos ciertos rincones con gran encanto de la ciudad como éste se encuentran deteriorados y sin presupuestos para su rehabilitación. Gracias Reyes por estas fotos...
ResponderEliminarDe nada, es un placer.
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