jueves, 15 de mayo de 2008
Mi primera Comunión
Como estamos en el mes de las Comuniones, es inevitable acordarme de uno de los peores días de mi vida. Si, de los peores, porque si detesto ser centro de todas las miradas en la vida diaria, aquel día no tuve escapatoria, y en segundo lugar porque mi tía, quien me regalaba el traje con sus correspondientes complementos, se empeñó en que llevase una especie de gorro-casco espantoso que ni siquiera mis lagrimas completamente sinceras consiguieron hacerla cambiar de opinión.
Por si fuera poco, el día de los hechos, mi padre, con su flamante SEAT 127 color turquesa, tuvo que parar para cambiar la rueda porque había pinchado cerca del colegio.
Imaginense la foto, todas mis compañeras de clase, perfectas, guapísimas, pasando con sus padres junto a mi padre de rodillas con su traje de chaqueta acampanado, gato en mano, mi madre fuera del coche junto a mi hermana, vestida para la ocasión y servidora, con los brazos cruzados, enfadada y la sensación inolvidable a día de hoy de estar haciéndo el más absoluto de los ridículos.
Y para colmo, nadie me regaló el reloj calculadora...
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La de la foto no soy yo, pero vamos, seguro que también tendría la misma tía que yo.
ResponderEliminarJajajajajaja, pero son recuerdos de una época.
ResponderEliminarA mí no me tocó la época de las campanas y demás porque soy del 82, pero conozco los traumas que a mi hermano (del 69)le causó que mi madre tuviera una tienda de ropa de niños (porque mis hermanas no pasaron tanto, al fin y al cabo las niñas daban menos el cante). Pantalones de campana azul eléctrico, rojos, amarillos, verde hierba, atrevidas camisetas multicolores ¡todo de último grito!..., mientras los compañeros de los Escolapios vestían vaqueros y algunas campanas de colores sobrios. Jajaja.
Pero peor que mi aspecto en la comunión te aseguro que no sería la tuya. Yo estudié en las Salesianas y, para mi desgracia, mi comunión coincidió con una norma que a los pocos años desaparecería: todas haríamos la comunión con una túnica beige, sandalias tipo nazareno, pero blancas, y crucifijo con cordón de lana. Monísimas por los .......
Un saludo.
La pregunta de la foto era obligada, pero te has encargado de responderla querida Dama.
ResponderEliminarEl día de mi comunión también lo recuerdo muy bien. El sábado pasado fui a la del hermano de un amigo mío, y me he dado cuenta que ha cambiado todo mucho. Yo hice mi comunión en mi barrio, rodeado de todos mis amigos, aunque al Capitán Planeta le tocó otro día. Recuerdo que las clases de catequesis duraban un mes o algo más quizás, pero no dos años como las actuales.
Yo iba de marinero con chaqueta azul y pantalones blancos. Recuerdo que mi corbata era azul marino oscura, como la chaqueta, pero con un enganche y una gomilla, por lo que el nudo estaba fijo.
Los regalos de las comuniones de mi época siempre solían ser los mismos, y algunos incluso se repitieron: tres juegos de compases, dos juegos de rotrings, tres estuches, un par de juegos de reglas, al menos ocho o nueve bolígrafos, plumas y portaminas varios... parece que iba para Arquitecto.
Son días que, por una cosa o por otra, uno no olvida.
Un fuerte beso.
P.D. Mi reloj calculadora ya sabes quién me lo compró...
Recuerdo especialmente del día de mi comunión que tenia miedo a probar el vino...jeje. Como han cambiado las cosas...
ResponderEliminarEra la primera vez que tomaría una bebida que tuviera alcohol y pensaba que me iba a emborrachar cuando me diera el cura la sangre de cristo. Ya digo, si hubiera tenido una máquina del tiempo que me pusiera imágenes de mis despertares algunos sábados seguro que me daba un soponcio...
Después poco más, de hecho recuerdo mejor la de mi hermana, 4 años mas pequeña que yo, que sí que la disfruté en condiciones. Supongo que en la mía estaría bajo los efectos de la resaca...
Saludos.
Ya decía yo que la de la foto no era lo suficientemente guapa.
ResponderEliminarPues en mi caso fuí a mi primera comunión con fiebre de anginas, fite la caríta que llevaría.
Y para colmo en el combite le preguntan a mi padre que de qué equipo era él y cómo no orgulloso responde que del Betis,..... po toma un muñeco del Betis pal níño, menos mal que mi tía estaba al quite.
1BESO.
Tuvo que ser una estampa el instante del cambio de rueda, jaja!!
ResponderEliminarYo de la mía tengo muy buen recuerdo. La hice en los Terceros, con el colegio y ante el misterio de la Cena que durant todo el mes bajaban del altar para presidirlas. A Dios gracias no me vistieron de nada extravagante, pantalones cortos azul marino, con sus calcetines altos, su camisa y su rebequita también azul marino, al cuello nada de cruces: la medalla de los Estudiantes y eso sí, mu peinaito.
Estoy con el aguador, no había cosa menos original que los regalos de comunión que un niño de primeros de los ochenta.
Querido pregonero:
ResponderEliminarDe las más de dos mil fotos que tengo, la que recoge el momento que cuento, es mi preferida.
Mi tío, que andaba por allí, estuvo al quite.
Si consigo escanearla la cuelgo, palabrita del niño Jesús.
Bueno, mujer, no sería para tanto...
ResponderEliminarMi comunión me pilló en una época de cambios en la Iglesia y en la sociedad. Nos preparó y nos dio la Comunión un cura joven y moderno, con ganas de cambios, en el ambiente recto y clásico de los Escolapios. A este cura, llamado Emilio, me lo encontré en Granada hace un par de años y ya sólo es padre de sus dos hijos: se casó y colgó los hábitos (o viceversa mejor).
Mi comunión fue de aquellas cantadas con guitarras y músicas de Goospell. Y de manos unidas todos los niños al rezar. Aquello era, para mayo de 1975 (lagarto, lagarto, que llegaría noviembre), un poco escandaloso a ojos de algunas de mis tías, más acostumbradas casi todavía la latín.
A mi me vistieron -y a toda mi clase- no de marineros que era lo que se estilaba, sino "de particular" (algunos, los viejos del lugar, recordaréis esta expresión). En la parte más rancia de mi familia fue todo un escándalo que "el niño hiciera la Comunión sin galones".
Mi madre, que siempre fue una valiente para lo nuevo y una adelantada para su época, eligió para mí un pantalón beige muy claro y chaleco de cuello vuelto del mismo color y encima me colocó una chaquetita cruzada marrón oscuro con botones dorados: yo era la leche para la época, lo más moderno e innovador que se despachaba, pero ahora lo veo y siento... ¡miedo!
El colegio nos regaló a todos una cruz... moderna también, de madera y colgada de un cordón negro normal y corriente.
De los regalos, lo típico. Pero el mejor recuerdo -lo siento Dama- fue el ir por la tarde al fútbol: el Sevilla jugaba su último partido de Liga en 2ª división. Ascencía en aquel partido a 1ª, clasificado como primero de la tabla.
Pues yo recuerdo el día de mi comunión como algo muy bonito. La hice junto a mi hermano que era un año más pequeño que yo para que nos viera mi abuela que estaba mu mala, y duró hasta que se casó mi hermana que es dos años más pequeña que yo jajaja.
ResponderEliminarYo la hice en los Salesianos de la Trinidad. En aquellos años las comuniones eran muy bonitas. Las hacíamos un montón de niños y por supuesto cantada por la tuna de los Salesianos, de la cual después fui componente durante muchos años.
Tanto mi hermano como yo íbamos de marineritos blancos. Una delicia... aunque podría haber sido pèor, porque me querían vestir de fraile, vaya papelón.
El convite fue en San Pedro, en la casa que está arriba de la Heladería , que no me acuerdo como se llama ahora, ah si Lista creo.
Lo de los compases, rotrings, libros de comunión y demás, pues lo mismo que todos vosotros. Igual que ahora, llevo dos comuniones este mes y me queda todavía otra. Me da vergüenza decir el dinero que llevo gastado en regalos, pero en fin, esto es lo que hay.
Saludos para todos.
Si nací en el 72 supongo que haría la comunión en el 81 o el 82, la verdad no me acuerdo.
ResponderEliminarSi no recuerdo mal, un 31 de mayo, con pantalón azul y camisa beig, y no me puse ni un lazo azul que habia comprao mi madre en vez de corbata. Básico, básico, como yo quería. La única foto que tengo es del momento de la comunión porque no me gustaban las fotos, y me escaqueé del fotógrafo, el sordomudo que después se pasaba por el colegio y nos enseñaba las fotos para ver si conocíamos a los niños y decirle en qué curso estaban. Después el hombre te buscaba en el recreo y le dabas tu dirección para que te las comprara tu madre. Las cosas del polígono de san pablo.
Y la que liábamos en la catequesis...
Una tía mia que no se estiró mucho me regaló una caja de rotuladores carioca de 24 colores, que todavía conservo en perfecto estado. No han salío güenos ni na.
Un saludo a todos
Fdo.: Sevillano y Bético.
Me producen tristeza las fotos de comunión y sinceramente no se el motivo.
ResponderEliminarYo no puedo contar mi experiencia porque, afortunadamente, no hice la comunión. Y digo afortunadamente porque ya desde pequeño me horrorizaban este tipo de ceremonias, y sólo de pensar en el traje ya me ponía malo. Vamos, que ni los posibles regalos me hacían cambiar de idea. Ahora, cuando veo las fotos de comunión de mis amigos (y no miro a nadie...) me alegro aún más de no hacerla.
ResponderEliminarEncantadora entrada, y también los comentarios, no paro de reir. Guardo buen recuerdo de mi comunión y de la de mis hijos, pero lo de los regalos, en mi época aparte de la clasica muñeca, casi todo era dinero (teníamos limosnera) y de mis hijos, el niño todavía tiene relojes sin estrenar, y la niña, ya contará ella como organizó lo de los regalos solita, con 8 años, jeje, precoz que ha sido siempre para organizarse.Besos
ResponderEliminar¿Te acuerdas de la mia? ¿en el gallego? jajajajaja; yo tengo un buen recuerdo del día de mi comunión; bueno menos el momento de comprarme el vestido que no los había de mi talla, pero me encantó eso de ir de princesita (mejor dicho de princesota)la misa, el convite con sus regalitos, tu madre me regaló un barbie bailarina (que todavia conservo): La verdad que tu gorrito tiene tela, doy fe.
ResponderEliminarFdo. Piruleta
No tengo mal recuerdo de mi primera comunión, la hice con mi hermana mayor, me lleva once meses, por lo que la hice muy pequeño, quizás con siete años. Había que minimizar costes. Recuerdo que la celebración fue un desayuno en casa, con mucha gente (la que cabía, etc.), en fin.
ResponderEliminarRegalos, hubo, supongo que dinero también. Especialmente recuerdo una amiga de mi madre que me surtió de calzoncillos para una temporada. No me puedo quejar.
Lo que ocurre es que a mi las comuniones no me gustan. Y me da pena cuando lo veo. Además de que no estoy de acuerdo ni en la forma ni el fondo de la que hay liada. Entiendo sea entrañable para algunos. Y desde luego la entrada es genial porque son cosas llenas de sentimiento y las anécdotas salen solas.
Eso si, los bautizos me encantan. Y mejor si son a la italiana.. ;-)
Saludos
Antonio
...el momento de tu llegada a la iglesia el día de tu boda tuvo que ser mucho más dramático por lo que cuentas de tu fobia...
ResponderEliminarclaro que con el velo... algo lo que se dice argo... te quitaría...
Pues cuánto lo siento Reyes... según lo cuentas tuvo que ser un caos... en fin. La mía la recuerdo con felicidad en cambio. Con muchos nervios, pues la noche anterior no dormía casi ná. También me daba cosa probar el vino, ¡qué cosas! Y lo celebramos en el campo, una casa de campo que tienen mis padres en Alcalá de Guadaíra. Allí me jarté de jugar al futbol con la equipación al completo de mi Betis, puesto que me lo habían regalado en ese día tan especial.
ResponderEliminarUn beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo la verdad es que como ha dicho mi madre guardo buen recuerdo de la Comunión. Ayer hizo 14 años… me hago vieja… pero vamos, Miguel vino soltero, el tiempo pasa por todos… La ceremonia fue al estilo antiguo, todas con el mismo vestido, un montón de oraciones, reclinatorios blancos… Todo en la pequeña Iglesia del Espíritu Santo, la del colegio; por cierto, al cuello llevaba una medalla con una Virgen de sevillano nombre… Hoy en día me dá algo de cosa hablar de la celebración porque es de las primeras manifestaciones de ese punto frívolo que tengo… He hecho un pequeño sondeo, y no conozco otra niña que celebrase el convite en un restaurante francés… Pero ojo, en La Palmera, cerca del Glorioso que aquella tarde jugó y ganó… Y lo que dice mi madre de los regalos, bueno, es que en vista de que amigas mayores tenían regalos absurdos y repetidos yo hice una lista, así que cuando alguien le preguntaba a mi madre que que me regalaban ella decía: te la paso… y la pequeña Gata se ponía al teléfono lista en mano y tachaba el regalo que el interlocutor elegía… Ya lo digo, una pequeña frívola…
ResponderEliminarKisses
Qué risa y qué pena. Nos empeñamos (no lo digo por tu caso pero viene a cuento) en disfrazar de superficialidad lo sencillo, lo auténtico. Mi madre se casó por la Iglesia sin vestirse de novia y yo hice la [primera] comunión bien vestidito pero sin más historias.
ResponderEliminarDespués de mi comunión como pa dejar yo un dibujo sin colorear...Cuatro plumiers de esos con rotuladores, ceras, lápices de madera y acuarela, ¡Toma ya!
ResponderEliminarUn saludasso Dama!
Madre mía, que recuerdos. Yo fué un dia 8, vestido con un traje de pantalón de campana beige y chaqueta marrón a juego. Creo recordar que me regalaron como 4 o cinco estuches iguales, sin contar los otros 3 o 4 libros de recuerdo para las fotitos de marras. Que gracia. Y luego un 1430 amarillo pollo de los que roncaban. Que arte.
ResponderEliminarUn abrazo y, por cierto, que estás muy guapa, jejeje.
Yo apenas recuerdo nada de mi comunión.
ResponderEliminarEn el cajón de la mesilla de noche todavía guardo el reloj Omega que me regalaron mis padrinos.
Lo que sí que recuerdo perfectamente es que mi padre salió a decir la peticiones en la misa y se atrancaba con las palabras y parecía que no sabía leer. Yo me puse colorado de la vergüenza.
Luego nos enseñó la causa: el papel de las peticiones era fotocopia de fotocopia de fotocopia y no se entendía apenas nada.
..Po anda que la mía -hace la friolera de 45 años- en el colegio de la Milagrosa de la calle Socorro. Vestido de marinero. Recuerdo las monedas de cinco duros que me daban en las visitas que se acostumbraran en esas fechas y el tremendo dolor de zapatos nuevos, detras de María Auxiliadora.
ResponderEliminarDama, ¿podrías poner un enlace a la foto de la derecha a su tamaño natural?
ResponderEliminarMe gustaría ponerla de fondo de escritorio.
¿Es el puente de San Bernardo?
Gracias por anticipado.
Pués yo, como buena trianera, hice la comuniòn en mi colegio de Cristo Rey con un gorro-casco practicamente igual al tuyo Dama y eso que somos de generaciones bien distintas, por desgracia: para mi, claro. Se ve que la moda "comunionera" es siempre la misma! Lo que si recuerdo muy bien es que me habia puesto un pedacito de cebolla dentro de un guante para poder llorar cuando llegarà el momento: las monjitas nos habian dicho que el gozo de recibir a Cristo serìa immenso y que los ojos se nos llenarian de lagrimas: y yo, por si acaso, para no quedar mal, me llevé mi cebollita...
ResponderEliminarBueno y también me acuerdo del desayuno en Gines, en el chalet de mi tia, con mis primos y hermanos y otros amiguitos con chocolate y tarta de nata y un montòn de cosas buenas. Y del traje que se me puso "perdio" de fango porque el dia antes habìa llovido y mi madre se enfadò. Y del reloj chapado en oro que me regalaron y que al dia siguiente mi hermano el chico me rompiò...
¡Que bueno lo de la cebolla!
ResponderEliminarMaese:
Esa foto es del Puente de San Bernardo, me la mandó un amigo que está siempre enviandome mails con fotos premiadas o bonitas, no obstante te la intentaré localizar.