Mi madre hace un arroz con leche con categoría de cinco tenedores, y tiene una particularidad, aparte de sólo gustarme a mí me lo hace cuando ella cree que estoy triste o algo me preocupa. Ella es así, es mi madre. No acostumbra a hacérmelo a menudo, y no hace falta pedirselo, cuando menos me lo espero y más me apetece, salgo del ascensor, entro en la que fue mi casa, que siempre seguirá siendo mi casa, y me doy de bruces con el olor inconfundible y el tuperware, y entonces le pregunto:
- Mamá... ¿Porqué te has acordado de mi para hacerme arroz con leche?
Y ella me mira y me responde con una de esas sonrisas tan suya y tan mia sin decir ni una palabra.
El otro día por San Gregorio me preguntaron por mi madre, y comenzaba de manera parecida; ser madre no es poca cosa, al menos la mía no lo es.
ResponderEliminarPor cierto, para celebrar que hoy no es tu santo, ni tu cumpleaños, ni el Día de la Marmota, te dejo un regalito de no cumpleaños, que espero que te guste. Escuchando a uno de mis cantantes favoritos,
me acordé de tí. Si no la conoces, espero que te guste, y te traiga el sol de otros tiempos, entre las lluvias de estos días. Perdona por la calidad, lo que saqué del tubo; claro que me refiero a la calidad imagen y sonido, calidad de la otra, para mí tiene mucha.
Muchos kisses
Gracias gata, esas cosas, acordarte de mí en esa canción, sólo se te puede ocurrir a tí.
ResponderEliminarY no te preocupes por la calidad, Ruibal es único, verás como Maese, cuando asome por aquí, lo corrobora.
Eres un encanto.
Yo sólo te puedo decir que yo es ponerme a pensar en lo que es mi madre como persona y se me saltan las lágrimas, no digo más.
ResponderEliminarSi realmente todos esos cuentos de las beatificaciones y demás fueran ciertos, personas como ella deberían estar en los altares porquer más bondad no cabe.
Un beso y mucho ánimo.
Querida Dama, las madres siempre sorprenden. Es una cosa alucinante esa cualidad que tienen. Esta entrada tuya me ha recordado esto: cuando yo le dije a mi madre que estaba empezando una relación con Lola (que hoy es mi esposa y a quien mi madre sólo había visto un par de veces) me dijo "Juan, sé que muchas mujeres te han hecho daño. Pero si ahora eres tú quien le hace daño a Lola, el daño me lo harás tú a mí". Apenas la conocía, no tenía elementos de juicio, y ya captó, la puñetera, que Lola me quería y me iba a querer como nadie jamás en mi vida.
ResponderEliminarCosas de las mamis...
Un beso.
Todas las madres son especiales para cada hijo pero las Madre Caro son de una pasta especial, las mejores madres, las mejores hermanas, las mejores tías...
ResponderEliminarFdo. Piruleta
Para cada cual su madre es especial, y la mia no iba a ser menos, con sus pequeños defectos y con sus grandes virtudes hace algún tiempo le dediqué en el Soberao una entrada, "Auxilio y Salud", con motivo de una intervención quirúrgica.
ResponderEliminarLlevo dos años fuera de la casa de mis padres y a pesar de ello, cada mañana echo de menos la conversación que manteníamos ella y yo cada día mientras desayunabamos, esa costumbre que iniciamos antes de salir de su mano para el colegio y que a través de los años duró hasta hace poco.
Si tu madre hace el arroz con leche como nadie, no te quiero ni contar como también lo hace la mia, hay algo que siempre espero de la mia, como chorreante miel de cuaresma, pues cada año mi madre hace sus primera torrijas, coincidiendo con el día de mi cumpleaños y en la que siemrpe recordamos
Para cada cual su madre es especial, y la mia no iba a ser menos, con sus pequeños defectos y con sus grandes virtudes hace algún tiempo le dediqué en el Soberao una entrada, "Auxilio y Salud", con motivo de una intervención quirúrgica.
ResponderEliminarLlevo dos años fuera de la casa de mis padres y a pesar de ello, cada mañana echo de menos la conversación que manteníamos ella y yo cada día mientras desayunabamos, esa costumbre que iniciamos antes de salir de su mano para el colegio y que a través de los años duró hasta hace poco.
Si tu madre hace el arroz con leche como nadie, no te quiero ni contar como también lo hace la mia, hay algo que siempre espero de la mia, como chorreante miel de cuaresma, pues cada año mi madre hace sus primera torrijas, coincidiendo con el día de mi cumpleaños y en la que siempre recordamos los días que ya estarán por venir.
(Siento haber repetido el comentario)
sobre las madres todo lo que se diga es bonito, porque ellas lo son. Yo siempre me acuerdo de la mía (también hace arroz con leche de "cum laude"), pero sobre todo en Semana Santa, oprque con ella aprendí a amar las tradiciones de mi tierra, por eso, para el blog de un amigo, escribí algo para ella...
ResponderEliminarUn beso desde Granada
Verdad como un templo.
ResponderEliminarY a mi el arroz con leche me pirra. Aún estando de buen humor.
Pero le pido a mi madre arroz al forn que tiene tradición centenaria y mediterránea.
Tengo de fondo la canción y la manijera ha dado en el clavo.
Saludos
Antonio
Todas nuestras madres tienen un algo especial. A la mia (que por desgracia ya no está) el jueves santo por la mañana se llevaba todo el día en la cocina haciendo entre otras cosas torrijas, arroz con leche y unas bolitas fritas de bacalao con piñones que quitaban el sentio. Ya por la tarde montaba la mesa grande del salón y ponía todo (aparte de tortillas, chacinas varias, etc) para que cuando llegáramos de ver las Hermandades del Jueves Santo con nuestros amigos tuvieras que comer, descansar un ratito los pies y salir dde nuevo a la gran Madrugá.
ResponderEliminarBesitos
Esos detalles, esas caricias inesperadas cargadas de cariño, esos besos sonoros en la mejilla, esa sonrisa que me anima, ese abrazo, esa mirada que te habla sin voz, esas manos...
ResponderEliminarMi madre es tanto para mí... Mi mejor amiga. Es especial. Es ella. Punto.
Un fortísimo beso querida Reyes.
P.D. Si necesitas algo... ya sabes dónde estoy.
No hay nada más grande que una madre, que nadie lo dude. Nunca nadie nos querrá más.
ResponderEliminarMadre... palabra corta, sencilla, llana, simple y hermosa. Quizás la palabra más grande. Te busco día a día por el infinito de la memoria.
ResponderEliminar...Y además es mi tía.
ResponderEliminarSon verdaderas brujas.
ResponderEliminarLa mía sabe exactamente cuándo la necesito (que es siempre). Hace unos meses se presentó en mi casa, cosa rara, y me dijo que es que pasaba por allí. Yo llevaba un par de días con fiebre, algo que por cierto nadie sabía.
Me hizo un colacao calentito y me acostó. Me dio un beso y se quedó allí hasta que se me pasó todo.
35 años de tío que se deshacen como la nata montada, pero sólo con el cariño de esta mujer.
Por cierto, Dama, la mía también hace un muy buen arroz con leche. He preguntado y me ha dicho que aprendió esa receta en unos merenderos con olivos.
Bueno,a mí no me gusta el arroz con leche. Por la leche, no por el arroz y la canela. Pero vamos, que sí, que madre no hay más que una y a ti te encontré... en el saloncito.
ResponderEliminarBesos dulces
P.D.: Que no, que no me olvido de tu cumpleaños, pero por si acaso, recuérdamelo, que todavía queda mucho tiempo. ;-)
Entre el Canónigo con los pestiños y tu con el aroz con leche me estais dando la noche ja, ja
ResponderEliminarQué lastima que no lo podamos probar ese manjar. Tiene muya buena pinta.
ResponderEliminarUn besazo.
Pero como no he venido antes a este blog! Si parece que hable de mí!!! Pasear por el centro, mi Betis, escuchar Triana, el arroz con leche...!
ResponderEliminarGracias por tner este espacio tan auténtico. Si me lo permites, vendré muy a menudo.
Un saludo
Jesús Domínguez
Lo de la Barbiana soy capaz de comerme una hormigonera.
ResponderEliminarPor cierto se esta fraguando un contubernio militar(coroneles y soldaos)en el rinconcillo el miercoles. Uno de la Cava y un tasquero de triana sin tasca son casi seguros no te digo na.
¡¡¡Hay Betis!!! imposible.
ResponderEliminarSi es que madre... no hay más que una. A ver cuándo invistas...
ResponderEliminarUn beso grande.
Hola, pues vaya casualidad!!! que mi madre tambien esta semana le ha dado por hacer arroz con leche, que esta buenisimo.
ResponderEliminarSi es que las madres son arte en to los sentidos.
Saludos.
Si te ha parío miarma, te conoce a la perfección.
ResponderEliminarY yo comiendo natillas caseras jajajajajajajaj...
Vaya peligro El Moe y el Canónigo jajajajajajajajaja.
Un besote muy fuerte.
La Canina seguirá cavilando ....
Yo soy como el Tato.
ResponderEliminarRealmente no es que no me guste el arroz con leche, sino que no lo aguanto más de dos cucharadas. Un tío mío lo hacía de escándalo pero mi cuerpo no admite más que dicha cantidad.
Pues sí Dama, lo de Ruibal es como un tesoro oculto que muy pocos han descubierto, pero casi que mejor así.
Por cierto el otro día Rubial tocó en... casa de un amigo mío.
Era la despedida de soltero del hermano de mi amigo e invitaron a Ruibal que es colegilla del que se casaba.
Hiceron la fiesta en la casa de mi amigo, se llevó la guitarra y se marcó unas cuantas canciones para deleite de los asistentes.
Las madres... ¿qué haríamos sin ellas? Pobrecitas, siempre preocupándose por lo que hacemos, por si hemos comido o dormimos poco. Ay ay ay...
ResponderEliminarUn saludo.
Y mira que se hace duro cuando ella marchó a verle la cara a Ella y sólo la vuelves a ver cuando su cara de confunde con la de Ella.
ResponderEliminarcierto, y puedes creer que hay hijos que no valoran a sus madres. increíble.
ResponderEliminarYo siempre he dicho que mi madre es sabia, de ahi que le haga a mi hermana ekl arroz con leche cuando menos se lo espera pero cuando mas lo necesita.
ResponderEliminarViva mi madre!
Hay que ser madre para saber lo que sienten nuestras madres, por éso yo a la tuya, y por el texto que has escrito, la comprendo perfectamente.
ResponderEliminarEs el amor más incondicional que conozco (aunque claro, siempre habrá casos y "casos").
Disfruta de tu arroz con leche, disfruta de tu madre y disfruta de ese conocimiento que ella tiene de tí.
Un abrazo
..... mi madre, y mi tía, y mi abuela. Porque sus casas es más mi casa que la mía.
ResponderEliminar1BESO.