El camarero de Crowded House

Hace ya algunos años, muchos, estando en un bar, una canción sonaba de fondo que llamó mi atención, es la que esta semana suena en el salón. No sabía quienes eran sus intérpretes, lo que tenía claro es que me gustaba. Busqué un posible radio, por si era una emisora, y me encontré con un reproductor de cds parpadeando. Me acerqué al camarero, un chaval alto que la tarareaba mientras hacía su trabajo y le pregunté por el grupo que sonaba. "Crowded House, australianos, buenísimos". Era la primera vez que oía ese nombre, y como tal, me quedé en blanco. Le dí las gracias y antes de sentarme de nuevo me llamó, y con el cd en la mano me dijo: "Llévatelo, escúchalo y otro día que vengas me lo devuelves", "¿y si no te lo devuelvo?",( le pregunto con el cd en mi mano), "no creo, si te gusta esta música, no eres capaz de no venir a devolvérmelo, además, no sé porqué, me fío de tí". Era la primera vez que le veía, y me llevé el cd sorprendida por su confianza, y lo oí mil veces y se lo devolví ya con uno igual en mi poder, uno de los cinco discos de mi vida, de los más escuchados.
Esta tarde me he cruzado con él, y nos hemos saludado. Nos hicimos amigos a raiz del descubrimiento musical, y siempre me pregunta ¿Todavía escuchas a los Crowded?

Cuando venía para mi casa ya sabía lo que iba a escribir esa noche en el blog.