La dermis y Grover Washington Jr.

Llevaba casi todo el poco tiempo que vivimos de este 2009 sentada en el sofá, leyendo, pero me animé cuando me asomé a la ventana y ví que el tiempo mejoró. Cogí mi radio y me fui a la calle, a darme el primer paseo del año. Me esperaba una sorpresa; en la hora larga que estuve donde mis pasos me llevaron, no habló ni un sólo locutor ni hubo un sólo anuncio, me regalaron una selección musical que parecía preparada para mí. Entre otros que no recuerdo, han estado Antonio Vega, Zucchero, Men at work, El Ultimo de la Fila, Carpenters, Aretha Franklin con una magnífica versión de puente sobre aguas turbulentas, Cristopher Cross, Supertramp, Sting, Alphaville, y sobre todo, para mayor satisfacción de la paseante, una canción que me encanta, que siempre que la oigo me ocurre lo mismo que con todas las que me gustan y son cantadas en inglés, que no sé su significado. Daría lo que fuese por saber qué quiere contarme Grover Washington Jr. con esa voz tan dulce y sensual que me traspasa la dermis, como suelo llamar a la música que me cala. No estaría mal aprender de una vez por todas a hablar inglés, sería un buen propósito para este año.