Lo que tengo lo llevo conmigo en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo, lo que quiero está siempre tan lejos, quizá al final de este absurdo camino.
A veces, cuando el sol se va, tiñendo de violeta la esquina del mar, comprendo que nunca tuve nada y que muy probablemente nunca lo tendré.
Sólo el beso de tu voz en el alma y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor.
Me siento tan solo, no se en qué dirección correr, como un pájaro raro que llegó al festín de los monos.
Llévame aire del camino hasta donde nadie me pueda encontrar, llévame aire tibio y azul y abandóname colgado de tu luz. En tu luz brillante de cuchillo adivinaré la rosa y el clavel, llévame aire del camino hasta donde nadie me pueda encontar.
A veces, cuando asoma el sol, llenando de diamantes la quietud del mar, me doy cuenta de que siempre fue así, siempre estuve solo y siempre lo estaré. ¡ Cuántas veces soñando despierto creo verte entre la multitud !. En algún lugar alguien debería escribir que este mundo no es más que una enorme piedra redonda.
Me siento tan solo, que no sé en qué dirección correr, como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino, hasta donde nadie me pueda encontrar...
La piedra redonda, Manolo García y Quimi Portet, El Último de la Fila.
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ResponderEliminarA proposito de la fotografía:
ResponderEliminarHe sentido que hundía mis pies en tu arena, he aspirado ese aroma de ese río que se confunde con el mar y he soñado con una puesta de sol sentado junto a ella, su mano y mimano, su pelo al aire y la caricia de la brisa que nos da la vida...
A veces mirar una fotografía como esa, es cerrar los ojos y soñar que Sanlúcar es ese primer amor que siempre nos espera, sentada a la orilla mirando a Doñana...
Me encanta ese cd.
ResponderEliminarBesos.
Debo confesarte, mi querida Dama, que no soy un acérrimo seguidor de El Último de la Fila. Para ser sinceros... ni siquiera soy lo segundo.
ResponderEliminarHe escuchado algo, pero no me termina de gustar.
Eso no quita que la letra que nos traes con tu entrada no sea realmente genial. Y aderezada con ese toque cuasi delicioso de la foto de esa playa.
Un beso enorme.
Sanlúcar es el mejor lugar para perderte, para soñar, para pensar y para enamorarse.
ResponderEliminarDama, para mí el mejor lugar para todo eso es Sevilla. Sanlúcar pa entrá en cá Balbino ar mediodia y no salí hasta que se le acabe la tiza ar camarero. (Previa visita a Pampín, por supuesto).
ResponderEliminarYo me seguiré perdiendo allí también...
ResponderEliminarLa canción al pelo con la imagen...
También me gusta perderme muy cerquita de la foto, muy cerca...
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