Humildad

Cuando le preguntaron cómo se sentía tras haber ganado la Copa del Rey dijo que sin sus jugadores nada habría sido posible, que sin ellos él no era nadie. Humildad. Ayer, viendo a los futbolistas dando vueltas por el estadio romano con la copa a cuestas, volvió a darme otra lección de categoría humana, lo enfocaron las cámaras y estaba sólo, observándolo todo, en un discreto segundo plano. Humildad. Por él, por su humildad y por la de genios como Iniesta, a quien comparaba con un Cristiano Ronaldo con las orejas bajas y cara de mal perdedor, y más me alegraba, porque para mí, el mejor jugador del mundo, el que les brindó en el último minuto el poder estar anoche donde estaban, también conoce a la perfección el significado de la palabra, por ellos dos básicamente me alegro de que el Barcelona sea a día de hoy, el mejor equipo del mundo.