miércoles, 9 de diciembre de 2009

Plenilunio en Ronda

He estado en Ronda, eran muchas las ganas de ir que acumulaba desde hacía demasiado tiempo, y no me decepcionó. Recuerdo que antes de ir a Úbeda, me traía entre manos una de las novelas de su vecino más ilustre, "El Jinete Polaco" y no fui capaz de acabarlo, me parecía fatal que semejante historia no consiguiese que ese "clic" que necesito para continuar una lectura se activase. Pese a ello, y con una sensación extraña de incomprensión lectora - escritor, disfruté de la imaginaria Mágina de Muñoz Molina sin acabar su novela, pero eso fue hace tiempo y en Úbeda, yo estaba hablando de Ronda, que me ha gustado mucho, y que, casualmente, me vuelve a traer las letras del ubetense internacional, aunque esta vez el "clic" ha sido tan fuerte que no puedo dejar de levantar la vista de una de las mejores historias escritas en los últimos tiempos, y que aunque no tenga nada que ver con Ronda, sí lo tiene con uno de sus puentes, que de repente se quedó vacío, donde todo el mundo desapareció dejándome sola con una mirada y en una situación que ya, ha pasado a ser uno de los momentos especiales de mi vida. Entonces fue cuando recordé al protagonista de "Plenilunio" "... mirándola con sus ojos grises y atentos, que sólo de vez en cuando cobraban una expresión ausente, de inquietud repentina, de desasosiego por algo.".
Después, llegó la gente, volvió el mundo a girar y todo volvió a ser como siempre. Cosas mías...

8 comentarios:

  1. Me encanta Ronda y pasear por sus calles empedradas llenas de historia, pararme en un o de sus puentes que separan la ciudad nueva de la vieja y por lo tanto, salvan el tajo y dejarme llevar por el ruido y el aire que se respira. Sólo he ido un par de veces pero no hay semana, que no me acuerde de este rinconcito malagueño que nos recuerda que hay algo más en esta provincia a parte de bloques y bloques de edificios.

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  2. Nuestro común amigo estuvo este puente por allí...

    Antonio

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  3. Ah, se me olvidaba. Tiene que estar preciosa ahora en invierno con el olor a chimenea por sus calles.
    En cuanto al gran Muñoz Molina, me gusta mucho su estilo literario pero reconozco que a veces puede llegar a ser demasiado repetitivo hablando de la Huerta, de la guerrera de guardia de asalto de su abuelo manuel y de los billetes de banco que le estafó el vecino. Estas historias, aparecen al menos en dos de sus novelas: el viento de la luna y el jinete polaco que yo si la pude terminar, aunque con trabajo. Leyéndote, me has recordado que tengo desde hace mucho Plenilunio para leer.

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  4. Preciosa Ronda, un lugar de ensueño, pero ya que la has nombrado a Ubeda en la entrada, me quedo con ella.

    Besos

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  5. He ido varias veces a Ronda porque un amigo mío es de allí.

    Siempre que voy tengo que pasar por un bar muy cercano de la Plaza de toros que pone unas tapas muy ricas, entre ellas el cogollo de lechuga aliñao que está de miedo.

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  6. Desde que dijo: ¿te acuerdas cuándo fuímos a Ronda...?
    A pesar de los años transcurridos de aquello, aún no puedo pensar en visitarla por primera vez.
    ¿con quién habría ido?


    Maria

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  7. La suavidad de tu piel R. sigue erizando la mía como aquella noche de Ronda.

    B.

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  8. Yo tenía muchísimas ganas de ir y fui y me encantó; una cosa más compartida la primera vez que vimos Ronda...


    Fdo. Piruleta

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