Adjetivos calificativos para la corriente

Es difícil encontrar adjetivos para calificar lo que se vivió ayer en La Cartuja. Yo estaba nerviosa antes de que empezara, expectante cuando a eso de las siete y media en la rotonda del Alamillo, con la camiseta puesta que Maese me trajo del concierto de Madrid, esperábamos al resto de la expedición y el ambiente era singular y prometía algo histórico, entusiasmada cuando empezó, emocionada cuando sonaron los temazos, especialmente mi " you shook me all night long" y alucinada cuando volvíamos a poner los pies en la tierra después de ver el que ya es el mejor concierto que he visto en mi vida. Algo increíble que me superó todas las expectativas. Creía que sería algo grande, y la verdad, no me defraudó. Todos sentimos la corriente alterna, corriente contínua como una descarga de emociones inclasificables.

(Veremos a ver esta noche, si cuando en el Maestranza aparezca mi adorado Serrat, no veo al colegial que toca la guitarra como nadie, pasearse de una punta a otra con su pierna doblada y los calcetines bajados, tendré que desconectar, que va a ser difícil, a ver si lo consigo...)