sábado, 1 de enero de 2011

Agua


Será por ser signo de agua que me gusta estar cerca de ella. Para recibir el año nuevo nada mejor que reflexionar en su orilla tras un paseo por calles solitarias que esconden a gente en sus casas que se relaja o, como en la mía, gente que duerme tras la noche en la que hay que divertirse por fuerza. El traje de chaqueta, la corbata y los zapatos me advierten de que no ha sido todo lo fantástica que, en mi casa, se esperaba.
Me ha sorprendido Pedro Guerra, el único acompañante de mi tarde y un relato de Flaubert que me recuerda a mi madre. También me recuerda al nuevo inquilino de mi casa, un agaporni que ha roto la paz de Mariano, quien tan a gusto vivía en su nueva jaula de los chinos. La protagonista de "un corazón sencillo" tiene pasión por un ejemplar parecido. Y reflexionando sobre Flaubert, el periquito y oyendo a Pedro Guerra, caí en la cuenta de que empezaba a llover y debía pedalear de regreso a la paz de mi casa donde se relajaban tras la nochecita. Con lo cual, la lluvia, el agua para ser exactos, de nuevo volvía a devolverme a mi vida, y yo encantada.

3 comentarios:

  1. Feliz año nuevo, esperemos que mañana el Betis nos de una alegría por el año nuevo... Para sumar y seguir.

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  2. Y una buena ovación al palco, eso es lo que espero como agua de mayo, y nunca mejor dicho...
    Igualmente, feliz año.

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  3. Habrá que ponerle un nombre al agapurni? Bonita foto en el rió ¿que orilla es?
    feliz año.
    j.A

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