A mí no me gusta Emaná, prefiero mil veces al jugador humilde, en nombre y firma, y sobre todo, en ceros en su contrato, que me proporciona cierta regular felicidad dominguera desde mi localidad de Gol Norte. Haberlos haylos, y hacen una labor callada insuperable. Imaginemos el partidito de esta tarde, malo donde los haya, (creo que a todos nos afectan los mantecados de una u otra manera...) con la defensa de la época de Tapia...
Pero este muchacho, que juega cuando le apetece, que hace chominás con el balón en vez de pasarla o de meterla dentro de la porteria como se ha permitido el lujo de hacer toda esta tarde, se le perdona todo porque es él, el crack que no puede faltar en este equipo, el anárquico.
Dice Mel que habla con él a conciencia, y yo pienso que no estaría nada mal, por parte del entrenador, un castigo en el banquillo cara a la pared o un domingo sin postre de balón, una regañina para el niño malcriado de este equipo que ya al menos es eso, equipo, y no puede permitirse el lujo de lucimientos personales, anarquias, chominás y mimitos varios.
Plas, plas, a sus pies.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, como casi siempre querida Dama. Ahí veces que te embelesas con su fuerza y sus jugadas, pero en general resta más que suma.Un buen dinero y a otra cosa.Besos.
ResponderEliminarYo a Emaná creo que antes de jugar le deberían de enseñar una botellita de champán como al perro de Paulov.
ResponderEliminarDe acuerdo al 100%
ResponderEliminarPero este mete la pelotita, que para la mayoría de los futboleros es lo único importante.
ResponderEliminarBonito blog. ;-)
A mi hace tiempo que dejaron de gustarme "los figuras", prefiero los currantes, perdón los Sr. Currantes.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tus palabras.