La otra noche disfrutaba de la maravillosa catarsis de escribir para desconocidos cuando una inoportuna desconexión a internet nos despojó de las maravillas que encierra la entrada íntima y romántica de la cofradía de Vera Cruz, entre otras cosas. Fue fascinante, todo un descubrimiento, y una gran satisfacción. Una conversación agradable. Gracias a quien me envió la primera crítica, que para ser la primera, no podía ser mejor, y a quien espero tenga a bien, visitarme más a menudo. Del mismo modo, agradecerle a quien me localizó por todos lados para dar el primer pistoletazo de salida a la magia de la conexión lector-escritor, para mayor satisfacción de quien os escribe. Es un honor poner palabras a un sentimiento que además, es real en tu caso. Gracias, por ser la primera lectora identificada. Gracias, y por ser la primera lectora agradecida anónima, gracias, mil gracias, y por ser la primera que me hace reconocer que mi historia, llega al alma, que es algo indescriptible. Y a quien desde la oscuridad sabe de mí, ya que de otra manera no sabe, y a quien considero imprescindible, también le digo lo que el genial Salinas dice, "Qué alegría, vivir sintiéndose vivido!, rendirse a la gran certidumbre de que otro ser, fuera de mí, muy lejos, me está viviendo..."
No sabes cuanto me alegro Reyes. Se te nota rebosante de felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo