El tripartito alamediense y las pilas

Últimamente todo me ocurre en la Alameda, todo literariamente hablando, aclaro. Había quedado con ella a las diez y media de la mañana, y con mi habitual puntualidad, aproveché su retraso justificado para observar a un muchachito que maniobraba su coche frente al tripartito alamediense. Le miraba a él, no a sus maniobras conductoras, aclaro de nuevo. Lástima que al bajarse del coche perdiese todo el encanto.

Cuando llegó, yo me despedía de Correal, personaje que es casi imposible no relacionarlo con mi tour ciclista de Calatrava y, quien ahora me encuentra parecido con Mourinho. Alguien que a pesar de todo, me parece una persona especial, pese a sus fobias por las grabadoras. En esas estaba cuando de refilón la vi. Me esperaba sin atreverse a cortar la conversación. Joven, simpática y educada, hablándome de usted constantemente. Nos sentamos en un bar de modernos, (la Norte Andaluza anda en obras para mayor decepción de quien os escribe), y allí pedimos té, muy mal hecho por cierto, y zumo de piña. Cuando empezó la entrevista, entendí que era de las pocas personas que me había interrogado tras haberse molestado en leer la novela, y eso me ganó por completo. Sus preguntas, bien ejecutadas, supieron sacarme la respuesta y mucho más, y consiguieron que, de bien que me encontraba en una luminosa mañana sevillana en su compañía, con grabadora, eso sí, casi olvidara la cita que tenía con el mismísimo Sr. Mel. Al acabar, la foto de recuerdo y la foto para su periódico digital que casi no llega por culpa de las pilas, en la que salgo espantosa, todo hay que decirlo, pero de eso ella no tiene la culpa. Tiene, eso sí, la culpa de que sea la única periodista que me ha tratado con humanidad y que ha sabido sacar la esencia de una soñadora como yo en un titular. Nos despedimos con el deseo de que a ambas, las palabras nos regalasen muchas luminosas mañanas. Así se lo dejé en mi dedicatoria y así creo que será.

(Nunca olvides que nuestras vidas son los ríos que dan a parar al mar... sanluqueño)