martes, 7 de junio de 2011

El Alabimbombá

Ahora es cuando veo el final de aquella manifestación que dos años atrás nos arrojó a la calle sin dudarlo para hacer todo lo que podíamos y estaba en nuestras manos por nuestro Betis. Recuerdo ese día que tan negro veíamos el porvenir y que ahora, dos años después, se ha tornado de un verde esperanza. Doy gracias a todos los que lo ha hecho posible, desde PNB hasta Porrúa, Bosch y Alaya, desde Iriney, Salva Sevilla o Mel hasta D, Rafael Gordillo, tan él, tan representativo, tan mítico. Desde los béticos que nunca perdimos la ilusión hasta los que la perdieron. Gracias a todos ellos por haber cambiado nuestro porvenir, por estar, al fin, bien representados, bien situados y sobre todo, dispuestos a vivir en el lugar donde nos corresponde, y entrando además, por la puerta grande del campeonato, como campeones.

Recuerdo aquella manifestación de aquel día de junio que tanto calor hacía. Yo estaba asombrada de la capacidad que tiene el betico de querer a su equipo. El sábado volví a recordarlo cuando sonó ese cántico que más sabe a beticismo del bueno. Tuvo la culpa Iriney y su magistral gol, y por la zona baja de Gol Norte llegaban los sones del Ala bim ala bam, alabim bom bá a la par que me emocionaba como suele hacerlo siempre, ese son que más me suena a trece barras, a carnés de Esnaola con la copa del Rey, a historias de tranvías camino de la Palmera con bocadillos envueltos en de papel de estraza, a trofeos ciudad de Sevilla, Carranzas o Colombinos oídos desde la playa, a padres agarrando tu mano en Gol Sur mientras olías por primera vez la hierba del Villamarín y te quedabas presa de las trece barras, a equipaciones del día de Reyes puestas sobre pantalones de chándal y jerseys de cuello vuelto, a marcadores simultáneos con pipas kelia, caramelos pictolín o autógrafos de Chano o Hadzibegic sobre las fotos de ellos mismos con camisetas de Pepsi. Ese alabim, alabam, alabim, bom, bá, me levanta la piel y me saca las lágrimas, y me acuerdo de mi padre, tan enlazado a mi beticismo, por tantas veces que me lo ha cantado sin tener nada que ver con el fútbol, y seguro que a tantos padres de tantos béticos. Ves a la gente feliz, agitando sus bufandas y banderas y te acuerdas de aquella tarde de junio en la que los mismos salimos a la calle a pedir ayuda porque se nos moría este Betis incapaz de hacerlo por ser inmortal y porque tiene a la afición que tiene, pero que se nos moría a chorros, y entonces caes en la cuenta de que la segunda se quedará para siempre allí, nada más abandones tu asiento y te despidas hasta la próxima temporada de tus vecinos de localidad. Allí se quedarán los partidos agrios, los ocupas, los saqueadores y los malos béticos, el año que viene volverás a ese asiento con los mismos compañeros, las mismas caras, las mismas banderas y bufandas, pero en primera división. Mientras termina el alabim, reconoces emocionada que ser del Real Betis Balompié es un regalo que te ofrece la vida, toda una suerte, y pertenecer a esta afición que ya es de primera, un regalo.

Ahora a pensar en Messi, en Cristiano Ronaldo y en los derbis, a disfrutar de un Betis grande, en primera, libre y de nosostros. ¡Viva el Betis!

(Especialmente, con cariño a los amigos de PNB, esos aprendices a tunos...)

4 comentarios:

  1. Magnífica, emotiva y merecida entrada al Glorioso Real Betis Balompié. El pasado sábado volví a sentir la emoción que hace poco parecía ausente, la grandeza del Betis siempre radicará en lo autenticidad que lleva consigo.

    Muchas gracias y ¡viva el Betis libre!

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  2. El objetivo ya se ha cumplido amiga Reyes,estamos en PRIMERA, ahora viene la segunda parte, y no menos fácil , de la travesía, consolidar el equipo en la categoría y sanear las "extraordinarias" arcas que nos dejo el CUERVO del FONTANAL.Un beso y un fuerte abrazo.

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  3. Querida Dama: Ilusión y Esperanza, Entrega y Trabajo, Seriedad y Disfrute; con mayusculas como nuestra Afición, que han hecho de Primera los campos de segunda.
    Un abrazo y grácias por tus palabras, que de esto sabes un montón.
    Un saludo.

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