El Tour palanganero

Sabía que no me iba a decepcionar quien me decía que no me iba a decepcionar la taberna "La Mazaroca", pese a iniciar el tour palanganero en un pueblo como Arahal, de ilustres sevillistas y famosas aceitunas, dos de mis grandes "pasiones" para quien me conozca. También, que todo hay que decirlo, pueblo de ilustres béticos y no menos ilustres músicos que cada domingo de Ramos acompañan a la Hiniesta.

Nada más entrar, un cuadro con la portada, contraportada y vinilo de "El Patio" de Triana anunciaba buena sintonía. Una bodega pequeña, llena de cuadros de flamencos y artistas dedicados, que nos recibía y nos invitaba a ocupar las dos mesas del fondo, que juntamos para estar mas "basculados". Empezó a llenarse el local en un breve espacio de tiempo y empezaron a llenarse las mesas que recibían las viandas exquisitas de las cuales soy incapaz de decantarme por alguna, describir o elegir con cual recomendar; una señorita que promocionaba el vino dulce nos invita a un sorteo, en el que salgo agraciada con una bolsa de la compra de lunares rojos y blancos como souvenir del tour palanganero.

Llegan más platos y mientras los degusto, pienso que quizás no haya comido mejor en mi vida en ningún establecimiento, sin lugar a equivocarme.

Después queda la compañía, maravillosa, las risas y la segunda parte del tour palanganero, una copa y una buena conversación sobre las turbulencias personales en otra tierra de ilustres sevillistas, e ilustres béticos y flamencos, e ilustres y maravillosas lenguas de cordero de la confitería Reyes, de las cuales nadie cayó en la cuenta de lo bien que entrarían con los gin tonics de color azul.

Habrá que repetirlo, aunque esta vez, cruzaremos el puente de Carranza... Estupendo.