Aquella noche, tras el concierto, se desmontaron las normas y comprendí que podría enamorarme perdidamente de un tío tan feo como el canario, pero que escribe unas letras que son poemas y que tiene la virtud de disparar al corazón con una escueta y breve frase.
Anoche volví a enamorarme de él, de su música, de sus letras y de sus susurrantes diálogos, y me acordé de todos los que no están cerca de mí todo lo que me gustaría; de los ausentes, de los presentes y más que nunca, de aquellos que se esconden en las letras de las maravillosas canciones de un mono espabilado como Pedro Guerra.
Pedro es un grande poeta, creo que con menos reconocimiento del que deberìa tener. A mì personalmente me gustan màs sus letras que su mùsica pero, en fin, es cuestiòn de gustos.
ResponderEliminarSara M.