Dicen que la Semana Santa son reencuentros, que nos encontramos con la infancia en nuestra particular manera de vivir esta ciudad que durante siete días, se nos aparece a cada uno para volver a ser los niños que fuimos. El sonido del paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza de San Roque, los rosarios de Montesión, la Macarena, el misterio de la Lanzada, la marcha "Virgen de las Aguas", mi calle Gerona, mis inicios de cofrade, mi Hermandad, tan lejos de su ojiva santacatalinera y al mismo tiempo, tan cerca. Recuerdos de una semana santa infantil que a cada uno, se nos quedó impregnada por un olor, una vuelta, una marcha o una vivencia.
Quien me conoce sabe que mi semana santa nació en la esquina de Cortefiel frente a los ojos de mi Virgen, y yo solo sueño con que pase pronto el tiempo y que en menos de una semana, se vuelva a producir el milagro de la niña que cada Domingo de Ramos, vuelvo a ser delante de ella y sus ojos.
Después, me esperan siete días de reencuentros en la gloria. Si me pierdo, que me busquen donde Sevilla es misterio.
Recuerdo de niño, en un barrio popular de Madrid,se celebraba la semana Santa, mi padre se lanzaba a cantarles a los pasos las saetas, con su voz valiente y aterciopelada. A pesar de todo, en mi inocencia, sentía pánico, un miedo atroz a los capuchinos y su ojos penitentes asomados por esos agujeros fantasmales de sus disfraces; al fuego de esos velones, a ese silencio aterrador donde había tanta gente. No podía soportarlo y me escondía temeroso tras lo que pudiera. Lejos de fascinarme me asustaba y repelía. Crecí, aquella tradición no sé porqué desapareció del barrio, nunca la eché en falta y hoy soy un convencido ateo que vé todo esto con displicencia. Pero fue en Granada durante una procesión S. Santa cuando se me erizó el pelo y vibre de emoción al encontrarme de golpe entre tanta pasión misteriosa, ¿Estás hablando de eso?
ResponderEliminarIremos a su encuentro como siempre, para que encienda con la luz de sus ojos amargos, la oscuridad de Conde de Torrejón.Feliz Semana Santa, amiga Reyes.Un beso.
ResponderEliminar