Nací funambulista, soy una experta en pasear por ese cable que separa a ambas, aunque cada vez más veces me plantee la posibilidad de pasarme a la zona segura, quitarme el ridículo traje de bailarina y descender; en definitiva, ser más realista que irrealista, pero siempre ocurren circunstancias que me hacen pensar lo contrario. De repente, en una esquina de una calle, de un día cualquiera y a cualquier hora, con la sorpresa como tarjeta de visita, suena la voz de Sharleen Spiteri cantando ese "I don't want a lover" y los recuerdos afloran irremediablemente. Los mismos que siempre asoman al pasar por la puerta de aquella sala de cine, ahora supermercado, a cuya invitación nunca acudí, aquella plaza, aquella calle o aquel bar.
Ahora la casualidad me tensa la cuerda, y me vuelvo a pasear por el alambre; acepto el reto del destino como otro juego entre lo irreal y lo real. En definitiva, yo nací funambulista, y además, siempre me gustó el grupo Texas porque entre otras cosas, me llenaba de recuerdos. Ahora me gustará volverles a oir, esta vez desde el alambre.
Wonderfull texto, Abrazo del Belgica
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