martes, 29 de enero de 2008

Chicas de colegio


De repente me encuentro contigo en un cruce, la última vez que nos vimos llevábamos puesto el uniforme del colegio. Después de las preguntas elementales, te casastes, cuantos niños, dónde vives, trabajas, comenzamos a recordar nuestra etapa como compañeras de colegio, uniformadas, bajo la estricta vara de la Madre Angeles, a quien mejor olvidarla, de la clase de gimnasia, esa donde elegimos una canción de Alan Parson para una tabla de gimnasia en vez de las mariconadas que elegían las demás, tipo Richard Clayderman, y que llegado el día no supimos hacer, ante la atenta mirada de la clase y la ira de la Señorita, porque nos limitábamos a escuchar la canción una y otra vez, del pánico que le tenía al potro, de Espe y Magdalena, el equipo perfecto, o de mi adversión por las matemáticas ¿Te sigue gustando Gordillo? ¿y a tí Iván?, ¿Te acuerdas de Mercedes M. ? se enchufó y está de profesora, como era tan pelota... , ¿Sigues dibujando tan bien? ¿Y tu hermana, sigue tocando el piano "casio"? Al final, tras recordar todos y cada uno de los mejores momentos con carcajadas incluso, nos dimos los teléfonos para no llamarnos. En las dos seguía patente el mal recuerdo hacia el colegio, que gracias a ella, y a las del equipo, se nos hacía mas llevadero, aunque a estas alturas de la vida, nos haga reir.

14 comentarios:

  1. Me ha hecho gracia el recuerdo del potro, Dama... Yo me quedaba sentado circunspecto y abochornado sobre él cuando intentaba saltarlo después de una carrerita insulsa y desmotivada. Tuve dos profesores de gimnasia en el colegio. A uno lo recuerdo con amargura. Me increpaba y humillaba de forma injustificada. Cuando subía la cuerda y no alcanzaba aterrorizado más de tres nudos (siempre he padecido algo de vértigo) se dedicaba "compasivamente" a ironizar y a decir que iba a llamar a los bomberos, entre las carcajadas del resto de mis compañeros. El otro, mira por donde, fue el hoy entrenador de tu Betis. Una buena persona que motivaba a los alumnos y jamás le faltó el respeto a ninguno, por muy niños que fueran. Lo recuerdo con tanto aprecio que llego incluso a alegrarme -soy de la otra acera- del progreso de tu equipo. Saludo cordial

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  2. A veces pienso que bajo muchos de los profesores de gimnasia que tuvimos la mala suerte de conocer, algunos, se encerraban unos crueles masoquistas.
    El potro ¡que calvario!. Esta amiga, a la cual le dedico mi texto, estaba gordita, y la profesora, no había nada que le gustase más en el mundo es que ponerla a saltarlo sabiéndo que no podía.
    Yo tuve un auténtico problema con la asignatura, más que nada con la profesora.
    Me imagino que fue usted alumno del San Francisco de Paula, ya ha habido mas de uno que me lo ha comentado, que el Sr. Chaparro fue, independientemente del color de nuestras camisetas, un profesor de los que no se olvidan.
    Es un honor su presencia, querido anónimo, ojalá volviese más a menudo...

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  3. Amiga Dama, todos tenemos algún recuerdo agrio de algunos de nuestros profesores de gimnasia.

    Yo tuve uno que demostraba su superioridad por encima del alumno al obligarnos a hacer ejercicios extremadamente complicados, además de hacernos copiar las reglas de baloncesto y balonmano cuando llovía y no podíamos salir al patio. Horroroso.

    El reencuentro con un antiguo compañero es genial. De repente lo ves y te das cuenta de cómo ha pasado el tiempo. En el mismo instante que lo miras tu mente hace un viaje restrospectivo y lo ves como lo viste la última vez. Luego vienen los recuerdos, las anécdotas, las preguntas...

    Un fuerte beso.

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  4. No hay conversación más prolongada y agradable que la de dos viejos compañeros de colegio.
    Respecto a la clase de gimnasia yo también lo pasaba regular, hubo unos años en que estaba bastante gordito y la cuerda o la barra me daban auténtico pánico. Como he comentado alguna vez también tuve a Chaparro como profe en San Francisco y le recuerdo como un tío serio pero muy educado y respetuoso. Además nunca suspendía a nadie, otros sí que me suspendieron después, jaja!!

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  5. Yo en el tema de la gimnasia, pues cortito con sifón, aunque en la EGB si hice mis pinitos y estuve hasta federado en el equipo de Voley de mi colegio. Fue entrar en el Velázquez, y se acabo el deporte.

    La pechá de años que nos hemos pegado estudiando, qué barbaridad, cuando lo pienso...

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  6. Vaya con la cuerdecita de los nudos de los coj...que suplicio.Puedo asegurar que yo tampoco iba para bombero. Lo mío era el fútbol.

    A mi me ha dado mucha alegría cada vez que me he encontrado a algún antiguo compañero. A otros todavía les veo con asiduidad. Una vez hace muchos años quedamos para vernos. Lo pasamos en grande, pero no se ha vuelto a repetir. Y me parece bien, porque no se yo si es bueno eso de repetir todos los años.

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  7. Damita tienes razón a mi me da mucha alegría ver a mis antiguos compis de colegio.Me lleva a buenos recuerdos,la verdad es que me lo pasé bien.Yo estudié con el sobrino de Gordillo en el San Juan de Ribera eramos uña y carne.Yo estaba todo el dia de cachondeo y lo bueno es que sacaba casi todo notable.
    En fin tengo buenos recuerdos.

    La Canina seguirá cavilando .......

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  8. Ah... pues yo era un hacha en gimnasia; nadie me ganaba en carreras de velocidad y subiendo las cuerdas y la escala de cuerda solo me ganaba uno (maldito cabrón...!). Eso sí, los saltos, tanto de altura como de los chismes del gimnasio se me daban peor.

    Yo soy tan mayor que cuando iba a clase de primero de bachiller todavía no habían quitado las clases mixtas. Y claro, allí había una morenita, de mi edad más o menos, con carita de gitana negrucia y grandes ojos... preciosa. También vivía en el polígono, por lo que ella, yo y nuestros dos hermanillos respectivos solíamos hacer el camino de vuelta de la Academia Pio XI juntos. Y entre nosotros hubo eso que ahora se llama "química"... claro, que éramos tan niños...

    Se llama Emilia Budia, y debe tener unos 50 años más o menos. Si alguno de ustedes la conoce le agradecería que me lo hiciese saber. Me encantaría volver a verla.

    ...creo que fue mi primer amor...

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  9. "Nos dimos los teléfonos para no llamarnos"... preciosa la frase querida Dama. Todos tenemos en efecto unos recuerdos. Muy bonito tu detalle de relatarnos parte de tus recuerdos...

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  10. Amiguísima Dama:

    Todos absolutamente todos los recuerdos nos sirven. A veces incluso de los más desagradables en su momento, cualquier día se descubre una enseñanza.

    1BESO.

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  11. Qué gran texto, Reyes: recuerdos personales que podrían ser de cada uno de nosotros. Y, como Híspalis, destaco esa frase demoledora: "Nos dimos los teléfonos para no llamarnos".

    Por cierto, genial el comentario que dejaste en mi cuaderno sobre el doctor, ya sabes; deberías reaprovecharlo por aquí: tiene categoría de entrada.

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  12. Yo tuve a un militar devoto de la Virgen del Rocío que nos contaba cómo hablaba con la Virgen.

    De un mamonazo pasó a ser tela de buena gente. Y un torpe como yo, llegó a sacar una evaluación sobresaliente. Eso sí que es mérito.

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  13. Dama, precioso texto y como han coincido algunos, maravillosa frase: "Nos dimos los teléfonos para no llamarnos".
    Un beso

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  14. A mí lo que me mataba en gimnasia era subir la cuerda sin nudos, era una nulidad completa. Lo demás lo hacía sin problemas aunque tampoco era de los primeros.
    Mis mejores recuerdos son de COU, un año que me lo pasé de escándalo y saqué una nota media de notable (cosa que no me sucedía desde 5º de EGB). Lo único malo fue no haberle echado valor para que una gran amiga que conocí ese curso hubiera sido algo más que amiga...

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