El Señor de Sevilla para mi es mi padre, el celestial y el terrenal, éste ultimo lleva, los mismos años que yo en el mundo y por motivos que sólo él conoce, sacando una cruz tras Él. Todos los Viernes Santos dice que es el último y nunca lo es, no puede. Recuerdo las madrugadas de mi infancia, cuando veía desfilar el cuerpo de penitentes tras pasar por delante aquel que todo lo puede y yo sólo buscaba entre tanto ruán negro las manos de mi padre agarrando su cruz, hasta que las encontraba. Soy su hija, y él mi padre, imposible no reconocerlas.
Ayer, alguien muy especial me pidió algo que no pude cumplirle y que tiene mucho que ver con Él. Si le sirve de consuelo, estuvo en mi pensamiento constantemente y fueron mis ojos los suyos en todo momento, incluso cuando miré sus manos y me acordé de mi padre. Las manos de mi padre, las manos de su padre.
grande Reyes, muy grande
ResponderEliminarPrecioso, dama.
ResponderEliminarBesos.
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ResponderEliminarPrecioso; yo cuando lo veo a Él y a su Madre sólo puedo acordarme de mi abuela, y a veces me da un escalofrío en mi mano izquierda… lo de mi mano es otra historia.
ResponderEliminarKisses miles, uno por cada palabra que has escrito, y por cada lagrimilla que me has arrancado…
Las manos de mi padre, de todos nuestros padres, son las del Gran Poder por eso cada Domingo de Ramos, nos devuelve su Amor al besarselas.
ResponderEliminarLas manos de un nazareno sobre su antifaz son uno de los grandes misterios encantadores de la Semana Santa.
ResponderEliminarLas del Gran Poder son Sevilla.
Hola. Para mi las dos grandes manos de Sevilla, efectivamente las del Gran Poder una y las del Señor de la presentacion al pueblo las otras.
ResponderEliminarSaludos.
Quien le hizo el encargo seguro que valora más su interés y sobre todo, sus palabras. Imagino el tesoro por el que da gracias su padre.
ResponderEliminardama me has dejado sin palabras para decirte nada, yo el viernes cuando le vi me acordé de alguién que ya no está conmigo pero seguro que está a su lado.
ResponderEliminarBesitos
Los he dicho más de una vez, me encantan las entradas que os salen del corazón. ¡Qué tendrán las manos de los nuestros, que tanto nos marcan!
ResponderEliminarMuy bonito, Dama.
impresionante...qué bonito volver de tu tierra y encontrarse con esto...un beso desde Granada
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ResponderEliminarEsas Manos, amiga Reyes, son las Manos que mueven el Mundo y las que nos ayudan a llevar la cruz de nuestros problemas en muchas ocasiones.
ResponderEliminarGrandísima entrada.
Un beso enorme.
En esas manos está el Poder y el Imperio de nuestras vidas.
ResponderEliminarSolo tengo una palabra: impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay manos que incluso sin tocarnos son capaces de arrebatarnos el alma...
ResponderEliminarCuando se leen cosas así hay poquito decir.
¡¡Chapeau!!
Un saludasso.
Cuanto nos dicen esas Manos sólo con abrazar la Cruz.
ResponderEliminarPor sus Manos reconocemos a otras manos.
La arquitectura de nuestros sentimientos está construída a base de tantas y tantas manos.
Hermoso y emotivo. Gracias Dama por compartirlo con todos.
Sabes?
ResponderEliminarCreo que a medida que avanzamos en edad, tambien nuestros pasos nos guían más a menudo hacía San Lorenzo.
Un beso c.d.m.
Con tu permiso querida Reyes:
ResponderEliminarAmigo Moe... me ha encantado tu comentario. Certero al máximo.
Me acogió, cuidó y reconfortó, cuando mi vida se perdía como un suspiro, no sabía cómo darle las gracias por acogerme ni tampoco a la grandísima persona, que a través del brillo de sus ojos, me acercó a EL.
ResponderEliminarAhora, después de tu comentario, mi deuda es más evidente y en ella, te incluyo.
Dama, cúanto te debo...
campanilla.
Muchas veces me preguntan porque teniendo siempre unas palabras para el Señor no soy hermano del Gran Poder, como tu bien dices, no tardo en contestar: no soy hermano del Señor, soy su hijo. San Lorenzo es imán de fe para los cofrades de Sevilla y el Señor es la fuerza que nos falta para seguir en el camino de nuestras vidas, es la luz que nos abre los ojos ante nuestra ceguera, es el remedio Universal para todos nuestros males. Cada viernes que tengo la posibilidad voy a verlo, en la profundidad de su mirada encuentro respuesta a todas mis preguntas. Nadie me había hablado de Él, pero bastó con verlo para entender y descubrir el mensaje del Dios de la vida, el milagro de la madera que se hizo cuerpo, sangre y alma del que murió por nosotros. Dios vive en San Lorenzo y nos espera con amor.
ResponderEliminar"Viendo al Señor se diría que este Señor tiene alma, del modo con que lo miran esas madres sevillanas; del modo con que un hermano, silencio hasta en la mirada, le va limpiando esas manos con una telita blanca. Son manos que han trabajado, son manos dignificadas por el dolor de la vida, manos de muelle o de fragua, de tejar, manos del campo, de San Julián o Triana, manos que tanto Poder tienen por la madrugada que pasan por el Postigo y el amanecer levantan."
ResponderEliminarNi que decir tiene que estas palabras son de Antonio Burgos. Cuando he leido tu entrada me he acordado de ellas. Un saludo y enhorabuena por esta sinceridad.
Preciosa entrada, Reyes. Tuve el privilegio de verlo pasar el viernes por la calle Baños. Ay, Sevilla.
ResponderEliminarSoy madrileño y estoy sorprendido por los buenos blogs que se hacen en Sevilla en todas las facetas, suelo visitar los de temas locales y los literarios, que son mi debilidad y que son muy buenos, como el de Enrique Baltanás o luis Spencer, de los de temas locales me encanta el de soñanando con Triana, el tuyo no lo conocía pero a partir de hoy voy a volver asiduamente.
ResponderEliminarGracias y felicidades
Felicidades por ser el mejor comentario de la semana de nuestra radio; desde luego la entrada no es para menos.
ResponderEliminar¡¡¡Enhorabuena, mi querida Dama!!!
ResponderEliminarBesos gordos.
precioso, sin palabras. Las manos del Señor de Sevilla, son la de su pueblo, que le quiere. Yo lo vi en san vicente. Gran entrada felicidades.
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