jueves, 2 de abril de 2009

Y Ella.


Domingo de Ramos de 1977, una niña jugaba con su primo en el Tremendo mientras su familia vivía su particular Semana Santa. Ambos oyeron tambores a lo lejos cuando pensaban que ya se había acabado el día, que ya no había más cofradías y por lo visto, siendo tan tarde, todavía quedaba una en la calle. Nadie quería llevarles a ver el paso, pero fue la insistencia tal que su tía, como no, accedió y los acercó a ambos a una esquina de una calle cercana en la cual la manera de ver y sentir la Semana Santa de esa niña cambiaría para siempre. Había unas vallas publicitarias en la acera, que ya no existen, y sobre ellas sentaron a los dos niños. El paso de Cristo, colosal, ya había pasado, llevaba una silla y un Rey sentado encima. Asomaron los ciriales a lo lejos y poco a poco se fue acercando un paso de palio en el más absoluto silencio, moviéndose muy despacio. Nazarenos blancos ordenados, respetuosos, de los que no dan cera y la Virgen, con un amigo. De repente, el paso comenzó a dar la vuelta suavemente, ante nuestra atenta mirada, y la banda a tocar una música que nos estaba robando un trozo de corazón para dejarlo en San Juan de la Palma para siempre. Cuando el paso se alejó, la imagen de ese amigo de la Virgen de perfil casi tapado por el manto e iluminado por la candeleria se grabó para siempre en la memoria de esa niña, pero lo que más le llamaba la atención era saber porqué tenía ganas de llorar, porque se le escapaban las lágrimas sin poderlas aguantar, ¿porqué lloraba si estaba contenta?.
Desde ese momento, esa Virgen fue especial para ella, no se pierde un solo día de su besamanos para poder estar cerca y contemplarla detenidamente, su mirada le da la bienvenida nada más entra en su casa, en su coche, en su cocina o en su cartera, la última mirada de esa niña antes de cerrar los ojos de noche es para sus hijos y para ella, y gracias a Ella, se cruzó con quien ya está inevitablemente relacionado con sus manos, con sus ojos, con sus calles. Ya sabes que hablo de tí.
Este Domingo de Ramos, esa niña volverá a esa esquina como todos los años, para volver a sentir cómo le afloran las lagrimas sin saber porqué y otro año más, las derramará pensando que está contenta, porque ya tiene una respuesta, es su Virgen, es Ella.

A todos, disfrutad de estos días, sea bajo una trabajadera, bajo una túnica, en una esquina o en la orilla de la playa.

12 comentarios:

  1. La Amargura no puede dejar indiferente a nadie, es especial, desprende un no sé qué que te dice que es Ella, la Madre de Dios.

    Que todos podamos tener una maravillosa Semana Santa. Que la disfrutes Reyes.

    Un beso.

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  2. Igualmente.

    Creo que no sales en ninguna de nazarena pero se que las vives algunas con la intensidad de diputados mayor de gobierno. Por eso te deseo una buena estación de penitencias, especialmente en ese Jueves con mayúsculas y sol radiante. En la estechez de calle Gerona empieza a hacerse el mundo algo más grande.

    Antonio

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  3. Hija, espectacular entrada. Se me han saltado las lágrimas, aunque eso sea normal en la tormento.
    Un beso

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  4. No comment.

    Pásate por tu correo electrónico.

    Un Abrazo.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. ¿Que qué tiene la Amargura?
    A usted, entre otras cosas.

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  7. El domingo pasado, sin pensarlo, tuve el inmenso placer de presenciar la subida del Señor al paso.

    fdo.: sevillano y bético.

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  8. Mi primer recuerdo de la Amargura... era un niño... ver salir su palio desde dentro de San Juan de la Palma, ahora no me veo de otra forma que no sea con mi tunica y mi papeleta de sitio.

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  9. Concluyo esta magnífica serie de entradas cofrades de la misma forma que concluyo el Domingo de Ramos.

    ¡Qué curioso! Me he adelantado al tiempo... aún no ha llegado la mañana del Domingo de Ramos, para la que queda menos de un día, y ya me he perdido en su final. Ese final que reside en la Mirada esquiva de una Virgen que tiene algo especial. La Amargura es así. Y cuando entra... sientes que se acaba un poco de Semana Santa.

    Te deseo que pases una Feliz Semana Santa. Que la disfrutes al máximo y que no dejes de vivir cada momento.

    Un beso enorme.

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  10. Este año tampoco disfrutaré tras una túnica de la Semana Santa,será de otra forma bien distinta... lo haré con mi hija vestida de monaguilla, con tan sólo 12 meses y una semana. Saldrá hoy en el Beso de Judas y el Viernes por la mañana en Los Gitanos. Si veis a una monaguilla de ojos azules y cogida de la mano de un padre orgulloso, saludadme.

    Feliz Semana Santa a todos. Y a ti, Reyes, vive intensamente estos días y luego, por favor, escribe... un beso.

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  11. Qué maravilloso descubrir tus primeras impresiones de la Semana Santa.

    Me deleito con las descripciones. Sigue expresándote así, no cambies.

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  12. La sensibilidad que derrochas se palpa en cada línea de este texto. Seguro estoy que esta forma de ver la vida la transmitiras a tus generaciones venideras, como tu abuelo hizo contigo.

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