sábado, 22 de mayo de 2010

Dos minutos en tu vida

Tener una azotea donde ver las estrellas que cubren una parte de Sevilla entre emperadores y cuadros de Murillo para inspirarte es un privilegio, así es un placer hasta sufrir. Soñar para poder escribir y escribir para seguir soñando es algo que ambos compartimos, tú ya tienes tu sueño en papel, con portada, contraportada y lectores. Mi ejemplar con una dedicatoria excesiva pero hermosa, que nunca olvidaré y que me llena de orgullo y satisfacción, que diría su majestad. Yo espero tener algún día mis sueños, tanto el de papel como el estrellado, lo único que hay que hacer es no cesar en el empeño, exactamente como hacemos los dos.
"La vida es insípida cuando se le quita el sabor que provocan los sueños"
Así comienza la primera novela de alguien a quien hace mucho que debía una entrada, aparte de dos o tres cafés.
A ver si me escapo dos minutos para estar en tu vida.
"Llegas junto a él y te sientas a su lado. Como ya es costumbre, tu amor de edad incierta reserva para ti aquel asiento con su cuaderno de anillas todavía por estrenar. Al sentarte rozas sus zapatos con la puntera de los tuyos. Tú siempre usas botines, pero él cada día trae unos zapatos diferentes. Debe tener siete u ocho pares de zapatos que cambia a diario. Jamás repite calzado dos días en la misma semana. Quizá sea vendedor de zapatos."

Dos minutos en tu vida, José Ibáñez.


3 comentarios:

  1. Acabo de descubrir este rinconcillo en el que escribes cosas que me encanta. Muchas gracias!

    ResponderEliminar
  2. Acabo de descubrir este rinconcillo en el que escribes cosas que me encanta. Muchas gracias!

    ResponderEliminar
  3. Gracias Patricia, vuelve cuando quieras, es un placer escribir para que alguien acabe leyéndolo y se sienta bien.

    ResponderEliminar