sábado, 18 de septiembre de 2010

El marinero de la calle Feria

Me llamó cuando acababa de entrar por la puerta después de buscarla con mi bici por los alrededores del Estadio Olímpico. Ya es imposible desunir la imagen de Ella con él, son como el verde y el Betis, Sanlúcar y la manzanilla o Casa Mariano sin su presencia. La tengo ya tan vinculada con él que es imposible pasar cerca del arco sin acordarme de él. Pero hoy ha llegado más lejos, su llamada de esta mañana me llenó de ilusión y de macarenismo, y me robó alguna lágrima. Parecía que lloraba, o quizás lloraba, porque estaba viviendo un día grande como lo es la Madrugá aunque sin plumas ni corazas, ni dolor de piernas, a él le dolían las piernas pero por otro motivo, y nada mejor que el remedio que le puso cuando no eran ni las once de la mañana. Vivencias múltiples y una foto inédita con sus compañeros de la legión de gastadores. Hablabamos del Betis y me interrumpía para repetirme lo grande que es ser macareno, la de gente que había sentada en la baranda del Alamillo y la de goles que le endosaríamos al Valladolid, después me preguntaba por mis hijos y volvía a decirme, emocionado, lo grande que era la Macarena...
Si hay algo que me gusta es buscarle cuando voy a verla a Ella, o llamarle cuando nuestro Betis hace de las suyas, pero esta mañana su llamada, con el recuerdo al chiste de Al-kaeda incluido, me ha llenado de alegría y de emoción, porque estaba feliz y dichoso, y porque es de agradecer que se acuerden de ti para compartir esas sensaciones.
Ya es inevitable pensar en Ella sin acordarse del Carre, el mismo que se viste de marinero para salir en la foto, o la persona que duerme menos que un pollo en una cuerda, que eso me lo tendrá que explicar esta noche cuando le busque por los alrededores de su Macarena.

4 comentarios:

  1. !Que bién escribes Dama de sevillano nombre, pues nada, reúnete allí que todo comenzara a surgir como un sueño.
    Un abrazo.

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  2. Querida Dama.
    Seguro que del amigo que hablas es de esos sevillanos que te iluminan la vida con el ange de sus cosas.Y es que estoy seguro que esta tocado por el halo de su ESPERANZA.Besos macarenos de un trianero.

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  3. El viernes por la noche lo vi. Yo estaba tomándome una copa en la puerta del hotel que hace esquina en la calle Bécquer y él andaba para arriba y para abajo -muleta incluida- por la explanada del Arco, con una cara que recordaba a la del niño que está esperando los Reyes. Se me acercó y me dijo sonriendo: "nos van a dar palos por tos laos, pero en un rato va a salir la Esperanza". Si a esta salida macarena le faltaba un pregón, a mí me lo dio un armao de madrugada.

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  4. Macareno, bético y de la calle Feria. Y se lo quieren llevar pal Aljarafe... ¡Pobre Carre, Reyes, pobre Carre!

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