La vi invadiendo el carril bici de Eduardo Dato, esperando a que el semáforo se pusiese verde para poder cruzar la avenida con aires de ¿qué?. Me dio tiempo suficiente para examinarla de arriba a abajo. Derecha como una vela, llevaba un abrigo de pieles casi obsceno, de visón, y un cuello que le escondía la cabeza igual que a Cruella de Ville, incluso se parecía a ella. No era vieja, como pensaba, casi éramos de la misma quinta. Zapatos de tacón, medias, bolso a juego y un anillo que al levantar la mano para recoger su melenita tras la oreja, me dejó ciega. Yo no iría así vestida por nada del mundo, por nada, pero por nada de nada. Cuando el semáforo nos permitió pasar apreté la recién estrena bocina "infartosa" de mi bici y pegó un respingo que casi se cae dentro de sus pieles y elementos varios, incluido anillo cegador. A mi lado, un cani con una bici de niño y sillín subido al máximo le daba el remate final anti glamuroso diciéndole, con mucha guasa..."señoraaa cuidaíto con er carribisi..."
El tema de los abrigos de piel es algo "Cavernícalo" y digo yo, que la humanidad habrá evolucionado algo desde entonces ¿no?. Mucho me temo que esa evolución nos ha llevado a la ostentación, el lujo y la insensibilidad.
ResponderEliminarTendremos que corregirnos.
Saludos
Y ayer, que te vi sin que me vieras, me encantó el chaleco verde que llevabas.
ResponderEliminarBesos, mi querida Dama.
Pobre muje, y si era imitación,eso si no se puede ir con un abrigo así por un carril bici....el timbre... ahí va acaba de llamar el mensajero con tu libro bajo el brazo
ResponderEliminarjuan A.
El sufrimiento que tiene que pasar la pobre señora para mantener la compostura y vosotros vais y os reis de élla, vamos, si es que no teneis perdón de Dios.
ResponderEliminarMe he dado cuenta de que has perdido el pudor para salir en la foto, me alegro, te veo estupenda.
Dime donde puedo comprar el libro para que me lo traiga mi hija y, si me lo pudieras firmar, éso sería... ¡el no vá más".
Un abrazo.
Me has sacado las últimas sonrisas del día. Gracias.
ResponderEliminarYo una vez vi a una de estas señoras, algo mayor sí, pero con el visón alrededor del cuello.
Repugnante.
Hola, Reyes, te conozco a través de Esther, profe de teatro, que me habló de ti.
ResponderEliminarCoincido contigo en los gustos de esta entrada y es de agradecer que me hagas sonreír a esta hora de la mañana.
Felicidades por tu libro.
Volveré por aquí con más tiempo.
No estoy de acuerdo con Vd., señora. Con todos los respetos, mi menda estaba "tan a gustito" a la salida de la entrega de los premios, vaya frío que hacía yendo hacia la Plaza de la Encarnación y no por ello voy a pedir perdón.
ResponderEliminarEso sí, olvidé colocarme el collar de perlas "Carmen Polo".
Permítame indicarle que adquirí su libro en "Beta", Sección Novedades.
campanilla.
Yo,pienso igual que tú.
ResponderEliminarAunque también hay que pensar en las personas (yo tengo una cercana que sabes perfectamente quien es) que sin abrigo de piel es UNA CRUELLA!! Besitos !!
Sarita!