lunes, 22 de agosto de 2011

Buscando magnolios


Doy toda la razón a Antonio Burgos, a quien casi nunca se la doy, cuando afirma que los sevillanos que han leído a Cernuda caben en un microbús. Es tan triste que hasta duele. En caso que tuviera yo que subir a ese microbús, no estaría sola. Conozco a dos sevillanos que buscan magnolios. Uno de ellos me recomendó releer "Ocnos" como la mejor manera para reencontrarme con una Sevilla que comenzaba a distanciarse de mí. Leer de nuevo esa declaración de amor en secreto me ayudó a vivir en ella cuando había llegado incluso a no soportar por sus tan particulares habitantes entre los que me encuentro... "Y entonces la ignorancia, la indiferencia y el olvido, vuestras armas..." tan definidas en aquella desolación de la quimera. No hay nada más sevillano que leer a Cernuda, no hay mejor transporte para acercarse a esta ciudad que perderse en sus letras, y nada mejor para trenzar juncos de amistad para identificar sueños, aunque el asno a veces tierno, a veces cruel, se los coma como les de la gana.
Gracias Eduardo por este peregrinaje por una Sevilla de microbuses y pasiones verdes. Con cosas sencillas, como una vela echada, un bazar, un piano o una señora de traje amarillo, se taladra un corazón para siempre. Guardaré en él este magnolio que tan bien me has plantado en el alma y que tan buen domingo sin fútbol me ha hecho pasar.
Y gracias Paco, porque también tu me ayudaste a reencontarme con Sevilla, la ciudad convertida en paraiso por obra y gracia de la infancia.





6 comentarios:

  1. Siempre es un placer disfrutar de un magnolio y leeer a Cernuda.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. No soy de Sevilla, aunque viví en ella unos ocho años allá por mis años mozos y te puedo asegurar que entre mis libros, que son algunos, está Cernuda.
    Por lo tanto, me voy con vosotros en en el microbús.
    ¡Hace tantos años que no me monto en uno!
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. ¿cómo era aquello?..."El sur es una tierra que llora mientras canta" (cito de memoria).

    Besos, mi querida Dama.

    ResponderEliminar
  4. Pues no estoy de acuerdo con Burgos, como de costumbre. Conozco a muchas personas que tienen 'Ocnos' no sólo en sus estanterías, sino también en su corazón, entre las que me encuentro yo. Otra cosa es el nivel intelectual que abunda por nuestras calles...

    ResponderEliminar
  5. Querida Reyes, me apunto a eso de no estar de acuerdo con el Sr. Burgos en muchas de sus opiniones, pero en fomentar los autores "desconocidos" de esta puñetera cuidad contad con este humilde aprendiz.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  6. Ocnos y Antonio Burgos no pueden ir en la misma frase sin que rechine el teclado.

    Leí Ocnos y no disfruté en todas sus líneas pero gozo con la magia de lo que esconde y aún hay silencios en Sevilla que se que están en ese libro, y sin embargo me costó comprenderlo.

    De Antonio Burgos guardo en la memoria dos libros arcaícos, el resto mejor mandarlo en el AVE al norte....

    ResponderEliminar