Desencanto y miradas cómplices

Otro año más, me reúno con la cercanía de sus ojos. Miradas de complicidad con quienes compartimos la cita de Laraña, Valle e Imagen hasta su vuelta de Santa Ángela de la Cruz, en esa cita con mi infancia. Aunque ando pasando una etapa de cierto desencantamiento, ella está siempre ahí, como parte de mi propia personalidad, mis gustos, mi vida, como parte de mí, de mi forma de entender mi ciudad ajena a quienes tanto presumen de ello. Hoy ha sido el principio de una espera que acabará de nuevo en esa esquina de la calle Imagen, otro Domingo de Ramos más. Este fin de semana ha vuelto a ser el de la cercanía con esos ojos que llevan toda mi vida acompañándome.

Alguien me ha dicho, con mucho acierto, que empieza hoy el Domingo de Ramos; y a ese alguien le digo desde aquí, que su comentario sobre la esquina de Cortefiel y mi universitario se me quedó grabado en el corazón. Ahí si que radica la grandeza de esta Sevilla sin sevillanos que diría Machado, y también en las miradas cómplices de los que nos vemos todos los años durante este fin de semana de noviembre en san Juan de la Palma.

Para Fran, con cariño, y para Luis y Fali, ellos sabrán porqué.