jueves, 17 de noviembre de 2011

Música revolucionaria

¿Quien dijo que la música no estaba relacionada con los mensajes sociales?, precisamente la política esta mañana me ha dejado sin programa; he tenido que ceder mi "letra sonora" radiofónica al espacio de propaganda electoral que el candidato de UPD quería exponer, dejando esperar a Muñoz Molina y Paul Simon una semana entera. Menos mal que no ha sido Ben Laden, y yo me entiendo. Esa dedicatoria tendrá que esperar, ese sevillista que estará pendiente de la emisora rival tendrá su reconocimiento.
Anoche disfruté muchísimo como siempre que me reúno con ellos, con Triana como nexo de unión; la cita en la Cervecería Macarena acabó con una falsa alarma policial y una ración de croquetas variadas en un bar de la calle Feria. El mejor sitio para que la cúpula de la asociación celebre asamblea. Siempre es maravilloso hablar de Triana, del Betis y el Sevilla, por ese orden, lo siento, de la tuna y Zoido, en igualdad de condiciones, de la soledad compartida y de cual es la mejor canción de Alameda, aunque se tenga más frío que robando toros.
Nuestra asociación levantó el acta aprobándose la anterior sin ningún punto que objetar, y yo me marché muy contenta de volver a verles a todos de nuevo, habiendo pasado una noche inolvidable. Espero que no se demore mucho la próxima reunión, ya sea en la tacita de plata o en el Arahal, e incluso en el Nervión Plaza, y de nuevo, nos volvamos a ver y todo comience a surgir como un sueño...

Para Laura, José Antonio, Mariano y Manolo, con todo mi agradecimiento y cariño, con el deseo ferviente de que haya muchas más reuniones como la de anoche, con la música revolucinaria como telón de fondo y las croquetas variadas de cabrales y nueces, por ejemplo.

3 comentarios:

  1. MI FRASE LAPIDARIA
    Lo habitual se vuelve vulgar. No me resuciten. Gracias.

    Fdo: MMP-B

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  2. La mía:
    ¿El Camarón es rock andaluz?

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  3. Costumbrismo y metáfisica, o como el Rock Andaluz lo abarca todo. Que buen poso deja la resaca dialéctica. No cambiéis nunca.

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