Mi universitario

Cuando mañana ponga el pie dentro del edificio que desde que nació, soñé con que alguna vez lo cruzara, habré cerrado una etapa de su vida y de la mía que es también la suya. Más que una etapa, será un sueño cumplido.

Sí, de acuerdo, que sé que no es tarde, que puedo dar yo misma ese paso y cruzar ese portal como él, pero ya no es el momento. El que pudo ser fue, y se desperdició. Ahora están puestas en él todas mis esperanzas, sencillamente porque es mi vivo retrato. Tanto es así que pongo la venda antes de que salga la herida sencillamente porque soy yo misma. Nadie se parece más a mí que él. Mañana, y menos mal que es mañana porque podía haber sido el próximo octubre, empezará una nueva etapa de una vida en la que quizás, empiece yo a estar de más. Y no me importa, eso será buena señal. Una nueva vida, suya y mía, entre bastidores, y pensaré en lo lejanas que quedan aquellas interminables compras de estampas de la liga, aquellos remates de gol a la portería que ocupaba su abuela o aquellos años de colegio frente a mi trabajo, tu antiguo colegio y mi antiguo trabajo. Cambios, vidas nuevas. Todo lo malo pasado desaparecerá, todo merecerá la pena por ver ese pie entrando dentro de la Universidad dispuesto a formarte para ser alguien con vocación dentro de una época donde impera sobre el conformismo las ganas de cambiar el mundo. Ojalá te pille de pleno . Mañana seré yo misma la que te acompañe, aunque no esté contigo, como ocurre desde aquella solitaria mañana de julio de aquel año llamado universal y que para mi estaba encerrado en tu sonrisa. Un universo en una sonrisa, ahora perfectamente alineada.

Mañana será un día en el que veré cumplido uno de mis sueños, verte entrar en la Universidad, y te aseguro que cualquier mal momento pasado anteriormente, habrá merecido la pena solo por vivir esta enorme satisfacción. Suerte.