domingo, 16 de septiembre de 2012

La estrella fugaz

La música tiene esa magia especial que te proporciona felicidad, tanto en el placer de oírla como en el de compartirla, con esa carga de sentimiento que te condiciona para ser capaz de olvidarlo todo y dejarte llevar por las notas y las palabras.
Anoche, y esta mañana, porque llegué de noche y salí al amanecer, tras nueve horas de rock andaluz y menos andaluz, flamenco y otras músicas, pude comprobar que de nuevo, la frase de mi admirado Jesús de la Rosa se hacía común entre todos los que allí nos reuníamos para que todo empezase a surgir como un sueño. Y como un  sueño ocurrió. Empezó Diego Carrasco, abriendo la caja de los sueños. Caja de la que salieron aires de la Alameda, sueños de amor y de sangre, pata palo, que es un pirata malo, Jhonny B Goode, Boyeré, Bolillón, sonidos de la India, de "Ione" disfrazada de la guitarra eléctrica del Pájaro, de Triana, de Granada y de la Gran Bretaña, del Underground de Smash, de la magia de Camarón de la Isla y de incluso el piano de aquel que se cayó al rio. Silvio mandaba su mensaje con su hijo, quien se enfundaba el traje característico de su padre a quien nadie sabrá cogerle la medida y ponía en pie al respetable que la guitarra de Raimundo Amador ya se había encargado de levantar de la hierba junto con la voz poderosa de Miguel Rios y los dedos de piedra del bajista vestido al estilo de los Guns and Roses que tanto gustó a mi amigo Mariano. Hierba sobre la cual nos habíamos quedado como estatuas deleitándonos con la belleza y la elegancia de Aute. De alguna manera tendré que olvidarte, nos decía, y mientras intentaba olvidar las notas de Al Alba que pesaban como una nube espesa sobre mi pensamiento, llegaba Manuel Molina, el Aute sevillano, como bien le definió mi amigo Manolo, quien con su porte mayestático y su guitarra dejaba una estela de ese arte único innato en seguirillas de diez palabras donde cabe una vida entera.
Alguien me decía que había ido a escuchar Rock Andaluz y se había llevado a Aute; otro que Raimundo le había devuelto al lago, pasando por la calle Feria y de camino, por Isbilya, otros recordaron aquellos años ochenta con esas calles de Chicago que tanto frecuentamos, y yo, y yo,  otros solo necesitaron cerrar los ojos y escuchar como fín de fiesta casi amaneciendo el "Abre la puerta" que tan magníficamente versionan los Zagüan con ese guitarrista eléctrico, para soñar con la voz y los teclados de Jesús, la batería de Tele y la guitarra de Eduardo, y caer en la cuenta de que de nuevo la música que a tantos nos relaciona nos había reunido para sentir algo que nos huela a vida, para que nuestra sangre corriese loca de pasión, para descubrir la música que hay en la brisa, en la luz profunda y en el amor.

Mis amigos de la Asociación de amigos del Rock Andaluz HIDEA son la realidad de ese sueño y parte de que todo sea posible. Ellos son buena parte de que todo lo vivido ayer fuese especial, porque la buena música compartida en buena compañía siempre es mucho más placentera. Y todo en nombre del Rock Andaluz, que me corre por las venas como la mejor señal de mi propia identidad, que tan feliz me hizo anoche, y esta mañana, y lo que me queda cada vez que lo recuerde, porque las nueve horas de buena música en el homenaje a Máximo Moreno no lo olvidaré en mi vida.

Una estrella fugaz recorría la noche de la Cartuja, y yo pensé que quizás sería esa luz que todos llevamos dentro.

4 comentarios:

  1. Esa estrella fugaz.... la luz de Julio Matito, Jesús de la Rosa, Marinelli, Tele.... y todos los que desde el cielo de La Cartuja estuvieron con nosotros en esa mágica noche.

    Fdo: m-doble

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  2. Reyes, me da una gran envidia sana leer este artículo!

    Una verdadera pena no haber podido acudir. La música muchas veces nos une y, del mismo modo, los compromisos musicales en ocasiones nos separan.

    Merecido homenaje a Máximo Moreno, del que también he visto fotografías, con mi admirado Miguel Ríos incluido.

    Un saludo para todos los amigos del Rock Andaluz, de HIDEA y de la música!

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  3. Estuvimos allí querida Dama, y podría haber sido una noche mágica, un concierto antológico de no ser por dos puntitos negros: El sonido no demasiado allá de las primeras actuaciones y sobre todo el comportamiento totalmente falto de respeto de algunos grupitos que parecian niñatos en lugar de tios y tias como trinquetes que parecian haber ido a fumarse todos los porros posibles y a charlotear y reir con los amigos , en lugar de escuchar a estos pedazos de músicos.Amiga Reyes, sabes que siempre tienes tu sitio en el ventanal.Un beso muy fuerte.

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  4. Gracias a todos, Mariano, ya sabes que lo compartimos y Ricardo, aunque en la distancia, estuviste allí. Repartí tus púas y de alguna manera, todos nos acordamos de ti. Suerte con la grabación.
    De acuerdo, trianatrinidad. Al menos en mi sitio no había mucho niñateo, salvo al final, pero era previsible; tras nueve horas de concierto la gente ya estaba un poco "perjudicada".
    En cuanto al sonido, podría haber sido mejor, pero indudablemente organizar tanto músico, es de recibo.
    A mí me encantó, todo, salvo la bajona que me ofreció el del sombrero de coyote dax, Dogo, que ese si que tuvo poco respeto.
    Una noche memorable, y no digamos tu Aute...
    Un besazo muy fuerte. Ya pasaré por tus ventanales.

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