A las que habitualmente hacemos de la ilusión y el tesón,
las herramientas necesarias para conseguir los sueños, ciertos días de nuestra
vida se nos quedarán marcados para siempre. Coincidimos a veces por la vida con
personas que te comprenden y que saben que de esa manera, se consigue todo
aquello que te propongas. Y aparte de ello, como magnifico nexo de unión, está el
Real Betis Balompié, quien nos unió y quien nos enlazó para, en mi caso,
encontrar la horma de mi zapato.
El día de la mujer trabajadora, desde el antepalco del
estadio Benito Villamarín, entre béticas ilustres y trofeos, se gestó una idea
entre una bética madrileñosevillana, si esto se entiende, que se entiende, de
apellido ilustre para el beticismo, Reyes Bellver, y quien os escribe, que se
instaló como un ancla en nuestro corazón y en nuestra cabeza; era una
iniciativa que a ambas, nos llenaba de ilusión.
A ambas nos mueve el amor por las treces barras, las ganas
de luchar por un lugar digno de la mujer en el fútbol y este sentimiento
irracional, grande y maravilloso que es el ser bético. Ambas nacimos con él, lo
heredamos de abuelos a padres y de padres a hijos, y las dos sabemos que el Real
Betis es tan importante como el propio aire que se respira.
A esa noche maravillosa del 8 de marzo, le siguieron emails,
propuestas, y la puesta en marcha, en una lluviosa tarde de cofradías en rancia
confitería, del embrión de lo que, curiosamente formalizado un 14 de Abril, día
de la República, por esa casuística de ambas llamarnos Reyes, se llamaría “Más
Betis” y que anoche, se presentó oficialmente.
Las dos queremos rescatar la memoria histórica y cultural
que atesora este centenario club, las dos sabemos la grandeza de esta institución
y este sentimiento y las dos sabemos que los valores del Manquepierda, aplicándolos
a nuestro día a día, son fundamentales para entender la vida, el verde y el blanco, ese
verde y blanco que sale si te pinchan una vena.
Benito Villamarín fue el encargado de dar el pistoletazo de
salida a nuestro sueño hecho realidad; porque anoche, mientras observaba y
escuchaba atentamente a su nieto, hablar de su abuelo, un bético inmenso,
humilde y generoso, me sentí feliz por ser bética, y por compartirlo entre
todos los allí presentes. Beticismo de categoría; desde nuestro presidente,
hasta el último bético que está sentado en la sala, como tan bien dijo Luis
Carlos Peris, y me sentí realizada porque constaté que en la vida solo se puede
ser fiel a tus propios sueños y luchar por ellos, con constancia, humildad,
ilusión, trabajo y esfuerzo, que al fin y al cabo son las bases del
Manquepierda, pero sobre todo me sentí satisfecha por estar acompañada de aquellas personas que hablan tu
mismo idioma y que saben que el ser bético, ya es ser algo diferente. “No hay béticos indiferentes”, me dijeron
en cierta ocasión, y es completamente cierto.
Esa bética que no es indiferente, madrileñosevillana, ya es
otro motivo más el cual agradecerle al Real Betis Balompié. Coincidir por la senda de las trece barras
con béticas como ella, ha sido un regalo de mi sentimiento verdiblanco.
(Con todo mi cariño a mi socia en “Más Betis”, Reyes Bellver).
Me alegro mucho Reyes. No pude ir porque estaba metida hasta el fondo en otro "fregao" pero vuelvo a agradecerte la invitación y espero que pueda ser testigo de otro acto.
ResponderEliminarOs deseo larga vida.