jueves, 8 de enero de 2015

Damas y caballeros


Hay damas que espían, observan y montan absurdas escenitas de celos, porque ven en otras mujeres, el objeto del distanciamiento de sus ex, cuando quizás ese distanciamiento lo hayan provocado ellas mismas. Ellos no necesitan pedir explicaciones, hay que saber ser hábil para escribir entre líneas y que mentes inteligentes lo capten. Y es satisfactorio que esas mentes, noten la diferencia entre determinadas mujeres. Quizás, entre sábanas, esa diferencia sea más notable, pero para ello también hay que saber ser damas, y ser caballeros, y dejar que la estupidez humana siga creciendo como anunció Oscar Wilde. Hay mujeres que jamás conseguirán encender la mirada de un hombre algunos años más joven mientras se habla de Jimi Hendrix o de la defensa del Real Madrid, o de la coleta de Pablo Iglesias.
Hay caballeros que se sientan de espaldas a la ventana de un bar a propósito, para verlas a ellas y no ser vistos, quien es capaz de pedir el cielo a través de un mensaje de whatshapp y a la cara, no ser capaz ni de mirar a la dama. Caballeros que deberán madurar y bajarse de la cuna antes de sugerir alternativas cuando una dama está sola quizás, por decisión propia, y caballeros que sufren recaídas de caballerosidad fiel, la cual dejan entre sábanas prestadas antes de lo que ellos quisieran, y que además, piden tiempo y comprensión a la dama que nada pide, liándose ellos más en su propia madeja, que es algo muy caballeresco. 

Damas que cada vez ven más difícil seguir siendo damas ante caballeros que cada vez cuestan más encontrarlos.