lunes, 30 de marzo de 2009

Mi Semana Santa, I

A mi primo Fali lo quiero como si fuese un hermano, tengo un vínculo muy especial con él y una relación muy fuerte. Nos separan cinco años y nos une una Hermandad, él quiso que yo viviese lo que él vivía y junto a él, descubrí la mirada que me cautivó un Domingo de Ramos. En mi familia, la Semana Santa discurre de San Benito a San Lorenzo pasando por Montesión. Yo me quedé en la Calle Gerona. De niña, cuando llegaba a casa de mi primo, que vivía allí, justo al lado de los futbolines de la señora ¿Se acuerda alguien de los futbolines y la maquina del circuito de la peseta?, llegar a su casa, preguntar por él y asomarme a la azotea para encontrarme con la diosa que me parecía la figura de Santa Catalina era todo un acontecimiento.
Mi primo se fue del barrio, pero nunca dejó de irse, y con él, me llevó a mí. Los niños que jugaban con él por San Pedro, por los Terceros, y en el interior de la Iglesia, se convirtieron en mis amigos. Alguno de ellos llevan ahora las riendas de la cofradía, de una cofradía que me ha hecho cofrade y que con ellos, esos amigos de mi primo, he vivido los mejores momentos que se pueden vivir en Semana Santa, lo he pasado muy bien y he vivido unas experiencias únicas e inolvidables.
Recuerdo los ensayos de costaleros, las mudás, las vueltas en el vespino, las risas, porque reirnos nos hemos reido como nadie, las comidas de costalero, la época del Grupo Joven, pero sobre todo recuerdo el orgullo tan grande que era esperarte cuando salías de relevo. Me sentía orgullosa de tí, siempre me gustó el mundo del costal porque eras un costalero de ley.
Mi cofradía es pequeña, no muy numerosa, pero es mi cofradía, romántica, llena de historia, y sobre todo, llena de personas humildes que han conseguido que ame la Semana Santa, mucho han tenido que ver ellos y mucho tiene que ver lo vivido en la infancia y juventud entre las calles de su barrio. Sergio, Francis, Paquito, Manolito "picota", Sando, Pedro, Ignacio y Manolete Yebra, excelentes costaleros, Esperanza, Alfonso, ...
El Jueves Santo sale mi cofradía, salen mis raices, mis amigos, los recuerdos de toda una vida. Siempre me lleno de orgullo cuando asoma la cruz de Guía y enfila Gerona abajo para buscar las calles del barrio, esas calles que tanto tuvieron que ver en hacer de mí la cofrade que soy y que tantos buenos momentos les debo.

8 comentarios:

  1. ¡Por fin encuentro a alguien que se acuerda del circuito de la peseta!, la de veces que tengo que explicar lo que era eso y nadie se acuerda ja, ja

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  2. Si hombre, yo jugaba al circuito de la peseta en los recreativos de la avenida de los Teatinos, desde donde, por cierto, sale otra cofradía de las de verdad, como ésta de la que habla Dama.
    Qué harto estoy del cofraderío de chaqueta azul y pregones derechosos. La Semana Santa de verdad es ésa de la que habla Dama, la de esquinas como las de la calle Gerona. ¡Qué cuadro más bonito tengo yo en mi casa de ese rincón de Sevilla!

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  3. Yo también me acuerdo del circuito de la peseta, además de la misma máquina que hablas en tu entrada, porque también visitabas los futbolines de la señora aquella de la calle Gerona, casi pared con pared con el Rinconcillo, con su única mesa de billar en el centro y su mesa de pin-pong al fondo, en la última habitación...

    ¡Qué tiempos!

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  4. Siempre me emocionan estas vivencias,para quienes no podemos estar,estas paginas trasmiten todo.

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  5. maravilloso mundo este de la Semana Santa, que hace aflorar los mismos sentimientos, en las dispares callejas y barrios de nuestra Andalucía. Tu Semana Santa, querida Dama, es mi Semana Santa, y la Semana Santa de todos y cada uno de los andaluces...la espera toca a su fin, empieza el gozo.

    Un beso desde Granada

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  6. El circuito de la peseta, jajajaja. Había olvidado que eso existió alguna vez. Y la mesa de ping-pong del fondo, sí. Y tu fantástica Hermandad, la que tiene -no sé si sigue teniendo- la pegatina más grande y lustrosa de las que se reparten en los templos de Sevilla las mañanas de Semana Santa, con su gran leyenda: Exaltación El Jueves Santo, con los últimos nazarenos rezagados entrando por la pequeña puerta de Santa Catalina frente al bar Milami, con la Cruz de Guía de Los Negritos acercándose ya por Almirante Apodaca con su reguero de niños con pequeños escapularios azules... Todo este me trae esta entrada de golpe. Un saludo.

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  7. Muy sentida tu entrada, querida Dama. Esperaremos a la segunda entrega.

    Un beso.

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  8. Siempre he dicho que hay Hermandades que crean cofrades. Esta es el ejemplo que ilustra tu caso.

    Santa Catalina tiene mucho que ver contigo. Y la Virgen de las Lágrimas... más aún.

    Un beso.

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