Carlos Tarque me gusta hasta callado. Partiendo de esa base, ayer, cuando busqué qué oir mientras hacía algo, me topé con el nombre de su banda en el lomo del cd y me alegré porque era justo lo que me apetecía y además, hacía mucho que no escuchaba. Hay una canción que me taladra, que se repite una y otra vez en mi subsconciente porque me encanta y está plagadita de frases magistrales. Esa canción debe haberse quedado en el lado derecho de mi cerebro que es allí donde por lo visto, se aloja el componente sentimental que la música tiene y que yo, hasta esta mañana desconocía. Ese tema, que ilustra el hilo musical de este vuestro salón, lo tarareo constantemente y me recreo en su estrofa "esa casa en ruinas que soy yo", porque me parece una frase solemne. Y en esas andaba yo cuando me entero que el 3 de junio asomará por Sevilla con su banda. Por supuesto que allí estaré, porque el lado derecho de mi cerebro y esa casa en ruinas que soy yo, así lo desean.
Está bien eso de confesarse uno públicamente de sus debilidades, de su gustos y disgustos, en este caso de tu gusto musical, ese que te atrapó por lo que íntimamente sólo tu sentiste instalándose en ese lado que dices. Solo decirte que deseo no estés tan rota como dice sentirse Tarque.
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