Pasaron los meses y llegaron con él, U2, AC/DC, Sanlúcar, ascensos a primera división y paralelamente, cada vez me sentía más a gusto dentro de mi misma. Despertaba algo que estaba hibernando (gracias Inma) en mi interior y que acudió casi sin llamarlo.
El pasado jueves me sorprendió el 2011 con un último coletazo de felicidad. Nos juntamos tres que no deberíamos de habernos juntado, sencillamente porque nunca habríamos coincidido a no ser por un juego del destino. Los astros se pusieron de acuerdo y tras una mañana luminosa, acabamos tres que nada teníamos mejor que hacer que pasar una mañana diferente en un bar de un barrio que sabe de mi más que yo misma, arreglando el mundo. Fue una lástima que el mundo avanzara.
Hay veces que sería fantástico detener el tiempo cuando se es feliz.
Ni una página en blanco más...
Como se cruzan las carreteras
ResponderEliminarpara después volver a separarse,
se cruzaron tu vida y la mía;
dardos hacia la diana de nuestra lotería.
¿Por qué se cruzan las vidas que se tocan
y luego vuelven a separarse?
Un filón de suertes que se mezclan.
Alquimia en el laboratorio Kosmos del doctor Noestamossolos.
Por respirar,
Manolo García.
Vive cada día como si mañana pudiese ser 23 de septiembre. Gracias por esa maravillosa mañana del último jueves del año.
Un fuerte abrazo.
Pues que el año que entra te traiga más optimismo, más seguridad, más fútbol (el último finde semana de Enero nos "encontraremos" en las gradas de tu estadio), más éxitos y, sobre todo, querida Dama, muchísima Esperanza...
ResponderEliminarUn beso desde Granada
En este año que acaba ya no habrá más Cortefiel. Pero el año que viene, si Ella quiere, si. Y aunque solo fuera por eso, 2012 siempre será mejor que 2011.
ResponderEliminarY que todo lo demás perdure.
Un abrazo